La región Caribe ha sido una de las más afectadas presentando emergencias por incendios forestales y el desabastecimiento de agua.
Por: Ángela Pertuz
En las mañana, cuando el sol besa la punta del árbol más alto de mango, Chucho abre el corral donde duermen las 20 vacas que tiene a su cargo, ellas desde las 7 am se aventuran a la suerte de poder encontrar algún tipo pasto para alimentarse, pues el panorama no es alentado, ni para ellas y mucho menos para chucho, quien tienen que comprarle alimentos fabricados que solo logran mantenerlas, “ella se atrasan porque el alimento no es para engordarlas, y por ello no crecen” expresa Chuco, un campesino que hoy vive la calamidad del verano intenso.
Los campesinos desde sus parcelas impulsan la economía agropecuaria de la región, es el caso de Sergio Orejarena “Chucho”, un campesino que trabaja la tierra en el municipio de Galapa en el departamento del Atlantico, así como centenares en el Caribe colombiano.
Ante la sequía, Chuco, en la “Sucursal del Cielo”, su parcela se ha preparado para luchar, como puede, con el verano, pues el impacto de la temporada esta vez ha sido más bravo; así lo expresa él.
“El verano empezó antes de lo esperado, por lo general hasta el 10 de diciembre uno consigue agua, pero en esta ocasión no llueve desde noviembre por eso ha estado bastante pesado”.
Situación que lo ha obligado a hacer frente de la mejor manera, apoyando el medio ambiente desde el reciclaje del agua, de esta forma, se alimentan los animales, pero también tienen para regar los cultivo, “tenemos un sistema de bombeo. El agua que utilizamos para los cerdos, la recogemos y la distribuimos a las plantas… todos los cerdos tienen alcantarillado que recoge y en una moto-bomba la distribuye con bombeo, por eso que se ve verde, aun” expresa con cierta satisfacción, pero en el fondo con temor, puesto que en sus alrededores predomina el pasto seco, principal detonante de incendios forestales.
Sistema de riego // Fotografía: Ángela Pertuz
Y es que la sequía golpea principalmente a los pequeños campesinos que por su ubicación geográfica se abastecen de fuentes hídricas naturales y de grandes extensiones de tierras, siendo vulnerables ante incendio forestales producidos por la sequía de los terrenos y el golpe de fuertes vientos que avivan el fuego.
Como lo expresó el IDEAM, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, enero es el mes más seco del año y la región Caribe ha sido una de las más afectadas, presentando emergencias por los incendios forestales y el desabastecimiento de agua. Panorama que pone en jaque, a los campesinos y habitantes del Caribe.
Alrededor de la parcela, la Sucursal del Cielo, a las 6:00am// Fotografía: Ángela Pertuz
Según las autoridades ambientales, en el Atlántico se ha identificado alertas de incendios en Baranoa, el desabastecimiento de agua, en Juan de Acosta y el estado de emergencia en Sabanagrande por el bajo nivel del brazo del río Magdalena, que comunica al municipio atlanticense con los municipios de Sitionuevo y Remolino en el Magdalena.
En Córdoba, se presenta la alerta en 14 municipios del departamento, cifra que a inicios de semana ascendía a 26 localidades afectadas por causa de los incendios forestales generados por las altas temperaturas, en los que figuran Ciénaga de Oro, en el área Metropolitana; Canalete, San Bernardo del Viento, San Antero, Puerto Escondido, Los Córdobas y Moñitos, en la zona Costanera; Sahagún, Chinú, en la zona de Sabana; y San Andrés de Sotavento, Momil, Lorica, Cotorra, en la subregión del Bajo Sinú.
En Valledupar, por la fuerte sequía se presenta desabastecimiento por agua potable. en su zona rural; Bosconia, Astrea, El Paso y Aguachica.
En la capital del Magdalena, es donde se presenta la situación más crítica ya que los niveles del acueducto están por la mitad dejando a 84 barrios en alto riesgo por dicho desabastecimiento, 165 están en nivel medio y 78 en bajo.
Por ello, se recomienda para esta época:
No adentrarse en el monte si no conoces bien el terreno, las vías de comunicación y caminos alternativos para salir. Procura caminar siempre por zonas de gran visibilidad
No arrojar ningún tipo de basura en el monte, especialmente si se trata de fósforos, colillas o cristales.
Acampar sólo en lugares habilitados para ello, además, es obligatorio solicitar permiso de acampada. Con esto se consigue saber qué áreas hay que desalojar en caso de incendio.
En el monte sólo se puede hacer fuego en las áreas recreativas, dentro de los fogones especialmente preparados. Recuerda apagarlos bien antes de irte.
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