Julio Hereira Goez en el negocio de su tío.
Comerciantes de la calle 72 aseguran reportan bajas ventas. Cada vez que la selección Colombia enfrenta un partido, genera todo tipo de emociones. Sin embargo, que no juegue de local en su casa, Barranquilla, impacta en las ventas según lo afirmaron comerciantes de la calle 72, junto a la Plaza de los Músicos. “Después del partido Colombia-Venezuela es que empieza a llegar la gente. A partir del fin de semana es que se verá el movimiento” afirmó Julio Hereira, un venezolano oriundo de Maracaibo, que se encuentra por estos días en la ciudad atendiendo el negocio de su tío, aprovechando que se avecina el encuentro deportivo con Brasil, partido que se realizará en La Arenosa y en el que esperan disparar las ventas que por estos días se mantienen quietas. En el negocio que atiende, se pueden encontrar una variedad de artículos como gorras, pulseras, llaveros y otros souvenirs alusivos a Colombia. Los precios de las camisetas, que son los productos que más se venden, varían de acuerdo a la calidad de la misma, las hay de $25.000 hasta $45.000 cada una. Al preguntársele por cuál selección apoyaba, dijo que a pesar de ser venezolano, su familia de parte de papá siempre lo ha criado con la pasión por la selección Colombia, a la cual apoya. Entre otras cosas porque si a la selección Colombia le va bien, a él en las ventas también. Este venezolano hincha de la selección Colombia, viaja frecuentemente hasta su país, donde viven su hijo y su esposa. “Yo tengo mis negocios en Venezuela, pero la venta de camisetas me ayuda bastante”, explicó. Así como él, su hermano y su papá también se surten del negocio de venta de artículos de la selección Colombia y del Junior. Hereira, quien espera estar unos 20 días en la ciudad, retornará a Venezuela a llevar el sustento a su familia y regresará nuevamente, como lo lleva haciendo hace tres años ya que según él, es rentable para solventar las necesidades básicas. “Cuando pasa la fiebre de la selección, vuelvo por esta” dice mientrad señala una camiseta del equipo Tiburón, quien gracias a su buen momento, ha ayudado con las ventas. Para Julio lo más difícil de su trabajo, es dejar a sus seres queridos en Venezuela por la situación que están atravesando. “Pensamos si de repente se forma una revuelta que es lo que todo el mundo espera y ellos estando allá y yo acá, es duro”. Así como Julio, el también comerciante Martín Valencia, oriundo del interior del país, coincide en que todo se mantiene quieto por estos días y que será realmente el sábado en adelante, de cara al partido con Brasil, que se ‘sienta el folclor’ que se vive cada vez que juega la selección Colombia en Barranquilla. Martín Valencia, sale todos los días de su casa desde el barrio San Martín en la Cordialidad, para estar en su puesto a las 7:30am y se va casi 12 horas después. En su caso, no sólo vende artículo de la selección Colombia sino que además tiene una oferta de productos en cerámica. Martín lleva 9 meses en el negocio y contrario a lo que opinó Julio, él sí considera que les ha afectado el traslado al que debieron someterse, por las obras que se ejecutan en el Estadio Romelio Martínez y en el Estadio Elías Chegwin. "Pasamos de una avenida comercial a un lugar neutral donde hay gente que ni siquiera sabe dónde estamos”, afirmó. Sin embargo agregó que la más grande ventaja de la zona, es que hay muchos hoteles aledaños que están muy bien organizados y permiten que lleguen turistas a la zona, porque en eso fue muy enfático. “Todo el que compra por aquí, es casi siempre turista” concluyó. Son varios los comerciantes que como él, esperan que las ventas se incrementen con el partido de un equipo como Brasil que genera mucha movida por parte de los hinchas. Si bien asegura que debe ‘estirar’ la plata que recibe, su negocio le ayuda a suplir las necesidades de su hogar, sobretodo en esta época en la que vienen muchos visitantes a la ciudad, por motivo de los partidos de la selección Colombia.
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