Por Kiara Severiche Palmera
Malecón Puerta de Oro junto al río Magdalena| •Región Caribe•
Barranquilla, que hoy cumple 205 años de haber sido declarada como Villa, se ha caracterizado a lo largo de su historia por ser una ciudad donde brota la alegría, la tradición y el amor por las fiestas.
Cuando a las personas que vienen de afuera se les pregunta por lo que más les gustó de Barranquilla, muchos sin dudar aseguran que su gente, siempre dispuesta a servir. Así lo ratifica María Mercedes Botero, psicóloga barranquillera que ha entregado gran parte de su vida a diseñar y compartir experiencias que permitan fortalecer la cultura ciudadana. "Pese a las dificultades, en Barranquilla hay una riqueza por ayudar al otro. Se mantiene la cercanía entre los habitantes" afirma Botero. Si bien hay costumbres que no son iguales y que tal vez se han ido perdiendo, los barranquilleros con el pasar de los años, conservan su voluntad de servicio. Las costumbres gastronómicas, el entorno y las viviendas, son desde la perspectiva de esta psicóloga, algunas de las prácticas que ya no se conservan mucho. "Se ha perdido ese deseo de cocinar en casa y que las personas llegen a compartir. Son mucho los barranquilleros que prefieren salir a comer en la calle" explica Mercedes Botero, quien agrega que trasladarse de un destino a otro se ha convertido en un tema complejo.
Así mismo en la Barranquilla de años atrás, las personas podían sentarse y compartir en las terrazas, pero ya eso no es posible.
"Las personas en sus sillas de 'María palito' se daban el lujo de fresquear como dice Totó La Momposina. No era necesaria la normativa para poder respetar al otro" recuerda María Mercedes Botero. Actualmente las viviendas son muy pequeñas y las personas prefieren vivir encerradas en conjuntos. Quizá una de las razones es porque no hay respeto por el espacio del otro y la gente huye del ruido y de factores que le perturben su entorno social.
María Mercedes Botero (centro) con sus alumnos, mientras escuchan a la poetisa Meira del Mar recitar sus poemas en una silla de 'María palito'.| Archivo suministrado.
¿Cómo es la Barranquilla de hoy? Para la docente María Mercedes Botero, para hablar de la Barranquilla de hoy, es innegable destacar el trabajo que se viene haciendo en torno al río Magdalena. "Volvimos a darle la cara al río. No se puede negar el pasado, no se puede negar de dónde venimos" Para ella no cabe duda que el río es y seguirá siendo un nuevo escenario para compartir y disfrutar en familia. Un elemento que no podía disfrutarse en la Barranquilla de años atrás. "Ir al río era una opción nada rutinaria porque paseabas a Bocas de Ceniza, te regresabas y ya. Hoy contamos con espacios como el Malecón del Puerta de Oro en el que además hay un recinto ferial que impulsará las iniciativas en torno al río" explica Botero. También destaca una diversidad de parques de los cuales los barranquilleros están apropiándose, así como lo ha comprobado María Mercedes Botero a través de la iniciativa Ciudadano de Honor que promueve la cultura ciudadana. "Hace 6 años hacemos trueques y la gente viene respondiendo. Asisten a los parques y participan. Es decir, la gente se interesa por los voluntariados sociales" Como en sus viejas épocas, Barranquilla también vuelve a ser una ciudad de migrantes, que actualmente recibe a ciudadanos venezolanos. Lo que preocupa según Botero, son las demoras del Gobierno para asumir la problemática y desarrollar políticas de Estado que mitiguen la situación de quienes llegan en busca de una mano amiga, así como los venezolanos la tendieron a los colombianos, décadas atrás.
¿Qué viene para Barranquilla?
Hay trabajo por hacer para potencializar y comprometerse con lo que se va logrando, especialmente en el tema turístico. Mercedes asegura que es necesario que las personas se profesionalicen y el las oportunidades que se brindan en la educación y que no se veía antes, son una ventaja para las nuevas generaciones.
"Es necesario seguir trabajando en la identidad y orgullo colectivo para que haya vocación y se le dé un sentido a la realidad" explica Mercedes Botero.
Según ella, Barranquilla está siendo dotada de una infraestructura que debe ser aprovechada y de la cual hay que empoderarse. Así mismo asegura que también es necesario que los ciudadanos sean más conscientes de lo que ocurre en la ciudad para que dimensionen cada hecho que se da y que afecta de alguna manera la sociedad.
Con positivismo, María Mercedes Botero afirma que vienen cosas interesantes para Barranquilla que este año será sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe y que próximamente también tendrá un escenario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la ciudad.
Hay interés, hay liderazgo y un apalancamiento empresarial que permitirá que Barranquilla pueda seguir creciendo y pueda tener un aire diferente, con turismo, infraestructura y negocios, concluye Botero.
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