Acercándose Semana Santa, la venta de dulces toma lugar en la región Caribe.
Redacción: Fabiana Duque
En el parque Tomás Suri Salcedo, son los puestos de dulces que abarcan toda la carrera 47 entre calle 72 y 70. Derlys Herrera de 47 años de edad, lleva 28 años vendiendo dulces y ella comenta que:
"Mi tía, Juana Fontalvo, hacía dulce y ella me enseñó a hacerlo. Yo le seguí los paso y gracias a Dios hago buena venta".
De madre calamarense y de padre cartagenero, Derlys afirma ser de Barranquilla y relata que de joven vendía con su tía y luego unos años después, recién casada, se dedicó a la venta de dulces y hoy no solo ella vende sus dulces sino que también su hija, Nicolle Madiedo, tiene un puesto de dulce en el que ayuda a su madre a vender.
Fotografía: Fabiana Duque
Por otra parte, Nelvis Gutiérrez desde los nueve años viendo a su madre, aprendió todo el proceso que se requiere para hacer dulce. Esta mujer de 38 años de edad manifiesta que desde las dos o tres de la mañana se levanta para hacer dulce para así luego estar a las 8:30 a.m. en parque Suri Salcedo.
"Este es un trabajo que no hago sola, mi hijos cuando llegan del colegio me van adelantando, van rayando las cosas y cuando llego yo hago el resto, me acuesto un rato y me despierto en la madrugada para terminar. Esto me lo inculcó mi mamá que también es de aquí de Barranquilla y a mi mamá, se lo inculcó mi abuela que es de San Basilio de Palenque"
Aparte de Nelvis, su madre y su hermana, también tienen sus puestos de dulces y si alguna no está, cualquiera de las dos que restan, reemplazan a la otra.
Esta cuadra de dulces no es solo ventas, sino también tradición que ha pasado de generación en generación en el que cada una de estas mujeres destacan como el dulce las sacó a ellas y a sus familias hacia adelante.
Estás mujeres hacen una fraternal invitación al público de que asistan a cada uno de los diferentes puesto para que se deleiten con las delicias gastronómicas que cada uno tiene por ofrecer.
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