La sobreexposición a pantallas de dispositivos digitales está generando diferentes síntomas en la vista de las personas, que generan dudas y preocupación.
El confinamiento al que nos hemos visto sometidos a causa de la pandemia de la COVID-19, ha traído consigo un aumento significativo en el uso de dispositivos digitales como computadores, tablets y celulares, para cumplir con las obligaciones laborales y académicas en niños y jóvenes.
Esta situación ha representado que se experimenten molestias constantes en la vista de las personas, generando preocupación y dudas sobre cómo actuar frente a diferentes síntomas que se evidencian por pasar largas horas frente a una pantalla.
Por lo anterior, en #RegiónCaribe consultamos con la Dra. Beatriz Donado Acosta, Oftalmóloga Pediatra, quien nos explica por qué afecta esta sobreexposición a las pantallas de estos dispositivos, que se han convertido en parte fundamental de nuestro día a día.
"Nuestros ojos están preparados para seguir objetos móviles y enfocar a diferentes distancias. Esto implica que, en general, tenemos una buena visión lejana y cercana y que podemos cambiar el foco de nuestra atención constantemente, moviéndonos en el espacio visual de forma continua. Sin embargo, estamos diseñados para mirar más hacia el infinito y para limitar la visión cercana a momentos puntuales y de poca duración. Ver de cerca requiere el empleo de más músculos oculares y mayor esfuerzo visual. Lo normal, por tanto, es que cambiemos continuamente nuestro enfoque y observemos objetos situados a diferentes distancias y en diferentes ángulos de visión".
Así mismo, la Dra. Donado, indica que las dinámicas de teletrabajo y de educación virtual, están llevando a que se haga todo lo contrario a lo explicado anteriormente, ya que al centrarnos en un punto fijo y extremadamente cercano, hace que forcemos la vista y desarrollemos síntomas visuales. Es la forma que tiene nuestro cuerpo, de alertarnos de que estamos haciendo algo incorrecto o perjudicial para nuestra salud.
Es entonces cuando se puede empezar a manifestar el Síndrome Visual Informático, que hace referencia a un conjunto de síntomas que se derivan de un uso abusivo de la visión cercana, estando estrechamente vinculado al uso de ordenadores y otros medios digitales.
"La sintomatología de este síndrome podemos dividirla en dos grupos: alteraciones de índole refractiva como lo son la miopía, hipermetropía y astigmatismo o de alineamiento en los ojos, convirtiéndose en un gran problema por la demanda visual que exige".
La Dra. Beatriz, explica, que cuando ya se ha desarrollado el síndrome visual informático la persona puede experimentar síntomas oculares y visuales: fatiga visual, enrojecimiento y sequedad en los ojos, irritación ocular, dolor ocular, dificultad o lentitud para enfocar (pasar de visión cercana a visión lejana, por ejemplo), lagrimeo, hipersensibilidad a la luz, visión borrosa y doble visión.
Además, también se pueden presentar síntomas no oculares como dolor de cabeza, dolor de cuello, espalda y hombros, picor e hinchazón facial, cefaleas y migraña, náuseas, mareos y vértigos.
¿Cómo cuidar sus ojos?
La profesional en oftalmología, en diálogo con #RegionCaribe, nos entregó una serie de recomendaciones que debe tener en cuenta en casa, para evitar cualquiera de los síntomas mencionados y de este modo pueda prevenir que este síndrome afecte su salud y del mismo modo su productividad con los compromisos de trabajo y hogareños.
Realice descansos periódicos para evitar la fatiga visual. Siga la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, el ojo podrá descansar durante 20 segundos observando un objeto lejano situado a 6 metros.
Si usa gafas, apueste por los tratamientos anti reflejantes o los filtros para la luz azul.
Si usa lentes de contacto, aumente la frecuencia y la amplitud del parpadeo.
La luz ambiente no debe ser excesiva, incidir directamente sobre sus ojos, ni crear sombras o reflejos en las pantallas.
Además, es importante tener en cuenta las posturas que adoptamos y las distancias entre nuestros ojos y las pantallas, al momento de situarnos frente a ellas.
La silla frente al ordenador debe ser deslizable y de altura regulable, permitiendo el apoyo firme de los pies en el suelo. El respaldo debe regularse para tener la espalda siempre apoyada, y las piernas formando un ángulo de 90º aproximadamente.
La mesa debe tener una altura que evite que los hombros se levanten al usar el teclado y que permita que los brazos estén paralelos al torso.
La distancia de visualización de la pantalla con respecto a nuestros ojos debe ser:
Ordenadores de sobremesa: la misma distancia que ocupa nuestro brazo extendido (60-70 cm).
Ordenadores portátiles: entre 50 y 60 cm como mínimo.
Tablets y teléfonos móviles: la misma distancia que existe entre nuestro codo y la palma de nuestra mano (35-45 cm).
Ubicación de las pantallas:
Ordenadores de sobremesa: la parte superior del monitor debe quedar a la altura de los ojos, sin sobrepasar en altura su cabeza.
Ordenadores portátiles, tablets y teléfonos móviles: El ángulo de visión no debe ser nunca inferior a 35°.
También se recomienda que ajuste el contraste y el brillo para que los fondos blancos no deslumbren. Modificar la temperatura de color para cambiar de tonos fríos (azules y rosados) a tonos más cálidos (amarillos y naranjas) para tener una percepción visual más agradable.
Del mismo modo, regule el color de los textos sobre fondo blanco para obtener el ajuste más adecuado para usted y evitar utilizar formatos de letras demasiados pequeños. Puede reducir la resolución o aumentar el tamaño de la fuente y si tiene que leer textos extensos en la pantalla, elija fuentes del tipo Verdana en lugar de fuentes del tipo Times New Roman.
Es importante que pueda poner en práctica todos estos consejos para reducir el riesgo de sufrir el Síndrome Visual Informático. Sin embargo, si a pesar de poner en práctica estas recomendaciones sigue sufriendo problemas de ojos secos, irritados o enrojecidos, u otros problemas visuales, se aconseja que consulte con un oftalmólogo para que pueda darle el tratamiento indicado.
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