Por Kiara Severiche
La época de Navidad es sinónimo de celebración y vacaciones para algunos, sin embargo sí de buscar una salida económica para el sustento de la familia, la recursividad y el rebusque están a la orden del día, por eso los comerciantes tienen claro que no se pueden quedar de brazos cruzados ante la llegada de esta época.
Así lo asegura Nurys Gutiérrez, ubicada en la esquina junto a la plaza contigua a la Torre Manzur, hoy día sede de la Fiscalía. Ella ayuda a su hermano en un puesto de frutas, pero para esta fecha aprovechan y ponen a la venta farolitos, una tradición que a pesar de los años se mantiene.
"Desde el lunes estoy vendiendo y se ha movido el tema. Todavía me quedan farolitos, iba a comprar más y a quien se los compro los tiene agotados" explicó.
Todavía le quedan unos 50 faroles que espera vender al cierre de este 7 de diciembre. Ella vende los 4 faroles en $5.000, 6 unidades en $7.000 y 10 en $12.000
Así como ella, sobre la Iglesia San Nicolás también pueden encontrarse personas que durante el año se dedican a vender determinados artículos, pero la llegada de diciembre cambia los planes.
Durante un recorrido por la zona que comprende San Nicolás hacia el mercado, es común ver carretillas no llenas de frutas como siempre sino llenas de farolitos.
"Yo salí hoy y ha estado movida la cosa, esperamos que mejore. Cada año hay más vendedores y más competencia" explica, mientras atiende un cliente que negocia la compra de varios farolitos.
Él, así como todos los del sector, venden el producto a 1.000 por unidad y las velas de colores varían de acuerdo a su grosor y tamaño.
Por su parte otro de los vendedores ubicados en la entrada de San Nicolás, asegura que cada año es más difícil la venta de artículos como los farolitos, pues la costumbre se está perdiendo.
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