En las últimas horas muchos viajeros que se movilizaban por tierra entre Barranquilla y Santa Marta reportaron múltiples inconvenientes y demoras en el trayecto debido a los bloqueos que se han presentando en diferentes sectores de dicha carretera.
Imagen: redes sociales
Sin embargo, varias personas afectadas manifestaron que muchos inescrupulosos se están aprovechando de la situación para intentar asaltar a los conductores amedrentarlos con piedras al momento en que sus vehículos se detienen por los trancones y bloqueos.
Una de las personas afectadas fue la abogada Ani Abello quien compartió a través de sus redes sociales todo un relato sobre todo lo que vivió durante el trayecto que realizó recientemente desde Barranquilla hasta Santa Marta.
“Un viaje que en condiciones normales no pasa de hora y media, se convirtió en una pesadilla por cuenta de los bloqueos ilegales donde, según informaron después la Fuerza Pública no puede intervenir.
Pocos metros después del peaje de Tasajera nos encontramos con un monumental trancón. Nadie sabía lo que ocurría, por consiguiente, grupos de carros comenzaron a adelantar y yo decidí unirme. En ese momento llamé a mi magia donde iba a quedar en Santa Marta para contarle lo que estaba pasando y ver si ella tenía forma de averiguar qué sucedía. Me dijo que se iba a comunicar con un amigo que podría tener acceso a la información para darme la noticia… Son bloqueos, parece que hay encapuchados pidiendo plata. Se imaginarán el susto.
En ese momento ya yo me encontraba dentro del pueblo de Ciénaga donde de repente un hombre se puso frente al carro con un balde plástico en el que se sentó para impedirme el paso. Le pité, me hizo un gesto con la mano y entonces abrí la ventana un poco y le dije que viniera, ahí entendí que me estaba exigiendo dinero para dejarme continuar por el camino. Él fue el primero de por lo menos 10 retenciones extorsivas dentro de Ciénaga. Lo más triste es que algunas eran conducidas por menores de edad que salían muertos de la risa como cuando un pescador saca su atarraya llena de pescados”.
Salir de Ciénaga fue una odisea. Fue tanto el temor, que escondimos los celulares debajo de la silla, escondimos el poco efectivo que quedaba en los zapatos, documentos y tarjetas dieron a parar entre las ranuras de las sillas y lo que comenzó con billetes de 5 mil, pasaron a 2 mil y al final monedas. Nos quedamos con lo que pudimos salvar en los zapatos. Les puedo decir que vi un solo policía al que le hice señales para que nos contara qué estaba pasando y que nos ayudara a salir de ahí. El agente en una moto, se detuvo si acaso 30 segundos para decir que sí había una protesta y que más adelante saldríamos.
Más adelante, entre trochas, pasando por la línea del ferrocarril, terminamos saliendo eventualmente. Los pobladores de Ciénaga que salieron a hacer los mini bloqueos, se hicieron su agosto a costa del miedo de los conductores y de la desidia del Estado. No quiero pensar en el regreso a Barranquilla”.
Esta situación ha generado grandes preocupaciones entre muchos ciudadanos y trabajadores del sector turísticos de Santa Marta dado que muchos conductores se han visto en la penosa necesidad de desistir en su intención de viajar y aún más en esta temporada de vacaciones por el temor a toparse con un hecho de inseguridad como los que se han venido presentando en la zona ya las extorsiones y bloqueos en la zona de Ciénaga han sido recurrentes durante las últimas semanas,
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