El Gobierno lanzó la estrategia nacional y el plan de preparación para la respuesta ante los posibles eventos asociados a este fenómeno que puedan presentarse en la región Caribe.
El fenómeno climático conocido como La Niña ha despertado preocupaciones entre los habitantes de la región Caribe y las autoridades locales. Este evento, caracterizado <, tiene el potencial de desencadenar una serie de peligros naturales que han marcado trágicamente la historia de la región en años anteriores.
Con la llegada de La Niña, los expertos meteorológicos alertan sobre un aumento en la actividad de lluvias intensas y tormentas tropicales en áreas específicas del Caribe. Esta situación, aunque puede llevar consigo una reducción en la intensidad de los huracanes en el Atlántico, también conlleva riesgos significativas de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Antecedentes recientes
El más reciente antecedente de consideración de La Niña generó importantes afectaciones, lo que motivó al Gobierno Nacional a declarar Situación de Desastre de Carácter Nacional, justificada en la alta probabilidad de inundaciones y crecientes súbitas en 22 departamentos del país, y deslizamientos en 519 municipios de 24 departamentos.
Es preciso recordar que el huracán Julia dejó en el 2022 alrededor de 50.000 personas afectadas y cerca de 5800 viviendas averiadas en La Guajira y en San Andrés y Providencia. Entre tanto, en 2020 el Iota desencadenó una crisis humanitaria en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Tales eventos fueron una demostración del efecto catastrófico que producen en las comunidades.
En su momento, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) estimó que el 59% de los municipios del país, principalmente en las regiones Andina, Caribe y Pacífica, debía prestar especial atención y monitoreo continuo, sobre todo por la probabilidad de afectaciones a causa de las fuertes precipitaciones.
Lo anterior evidencia la gran amenaza que representan los eventos climatológicos y meteorológicos proyectados sobre el país y sobre el goce pleno y disfrute de los derechos humanos y colectivos de la población.1
Embalse El Guájaro
Con el objetivo de inspeccionar los niveles del río Magdalena, el canal del Dique y el embalse de El Guájaro, el gobernador Eduardo Verano, llegó hasta Las Compuertas en Manatí para conocer, de primera mano, las acciones que se están tomando y las que se ejecutarán frente al Fenómeno de la Niña anunciado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, que ocurrirá entre julio y septiembre.
El mandatario aseguró que el río Magdalena se encuentra en estos momentos en 6,70 metros y que de acuerdo a los cálculos para el mes de agosto este llegara a 9.30 metros.
"Estamos haciendo una reunión con todos los alcaldes, el equipo de la administración departamental y las comunidades quienes son los que conocen y saben exactamente cuáles son las actividades que tenemos que desarrollar y le hacen seguimiento a las que hemos hecho para prevenir cualquier dificultad o contratiempo”, anotó el gobernador del Atlántico.
Eduardo Verano aseguró que hay que estar atentos y trabajar de manera articulada de tal manera que se pueda lograr resultados eficientes.
Estado de las compuertas
El gobernador del Atlántico dijo al término el recorrido que las compuertas que regulan la entrada y salida del agua en El Guájaro se encuentran en buen estado gracias al trabajo que lidera la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA).
"Las compuertas están en mejor estado y eso se lo debemos a la CRA, lo que nos queda es trabajar en que la entrada y salida del agua no genere tantos inconformismos entre una u otra población que siempre se quejan si el agua sale o entra a sus territorios. Hay que ponerle orden a ese asunto”, expuso.
Estrategia Nacional
Ante la probabilidad de llegada del fenómeno de La Niña para el trimestre agosto-septiembre de este año, el Gobierno lanzó la estrategia nacional y el plan de preparación para la respuesta ante los posibles eventos asociados a este fenómeno que puedan presentarse en la región Caribe y otras regiones del país, de acuerdo con las proyecciones de lluvias en el país.
En este plan trabajan de manera articulada la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), el Ministerio de Transporte y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Según las predicciones del Ideam, se prevé el inicio de La Niña entre los trimestres de agosto-octubre y septiembre-noviembre, con una probabilidad de ocurrencia del 70%, la cual podría extenderse hasta el primer trimestre del 2025. Carlos Carrillo Arenas, director general de la UNGRD, advirtió que, según los históricos nacionales del fenómeno de La Niña, el país debe prepararse para 2.624 eventos, en promedio 15 eventos diarios, la mayoría asociados a inundaciones (5.000), movimientos en masa (3.000), vendavales (658) y avenidas torrenciales (326).
“Desde la Unidad proyectamos afectaciones en 550.000 familias, 16.000 viviendas destruidas, 224.000 viviendas averiadas, 2.201.423 hectáreas de cultivos y 6.184.771 animales”, aseguró el director general de la UNGRD, Carlos Carrillo Arenas.
El Caribe entre las regiones que más se afectaría
La directora general del IDEAM, Ghisliane Echeverry Prieto, agregó que “las regiones Andina y Caribe se espera sean las más afectadas por los excesos de lluvias en octubre; mientras que en Orinoquia y Pacífica se prevé para noviembre, diciembre e incluso enero de 2025”.2
Por lo tanto, el Gobierno nacional invitó a los sectores a trabajar en la priorización de las zonas que pueden sufrir inundaciones, movimientos en masa, avenidas torrenciales, eventos concatenados, entre otros, y a la ciudadanía a estar alerta, evitar actividades que puedan taponar las alcantarillas y apoyar el monitoreo de ríos y quebradas.
Por su parte, el Ministerio de Transporte activó de manera permanente el Comité Sectorial para la Gestión del Riesgo de Desastres (GRD), con el fin de unir esfuerzos para generar mecanismos de alerta temprana que permitan, ante todo, la preservación de las vidas humanas.
El sector Transporte identificó los corredores más críticos de la red vial nacional mediante el ejercicio de cruce de capas de las predicciones del IDEAM, encontrando 21 con mayor amenaza.
“Cada 24 horas, producto del seguimiento, se genera un reporte que es socializado con los directores territoriales del Instituto Nacional de Vías para la toma de decisiones preventivas, teniendo en cuenta las capacidades instaladas en cada uno de estos corredores, recursos, personal y equipos disponibles, para dar respuesta oportuna a cualquier evento que se pueda presentar”, dijo la ministra de Transporte, María Constanza García Alicastro.
Recursos para el campo
El sector agropecuario tiene un plan de acciones anticipatorias para enfrentar La Niña, el cual cuenta con recursos por $229 mil millones. Estos están enfocados en la difusión de la información agroclimática, servicios financieros e incentivos para la preparación y aseguramiento, brigadas de salud animal y jornadas de actualización tecnológica para pequeños productores ganaderos y extensionistas, entre otras medidas.
La ministra Martha Carvajalino recalcó que “a pesar del buen desempeño actual, el sector agropecuario se prepara para enfrentar los desafíos que traen consigo fenómenos climáticos como La Niña. Por su recurrente afectación en episodios pasados, así como por la prevalencia de inseguridad alimentaria y la presencia de comunidades étnicas, serán priorizadas la región Caribe (La Guajira, Atlántico, Bolívar, Sucre, Cesar y Córdoba)”.
Recomendaciones del Distrito
Se recomienda a los propietarios de viviendas realizar el mantenimiento adecuado, especialmente frente a la presencia de isópteros (comején), para prevenir daños estructurales debido a las lluvias y vientos intensos. El Distrito emite una alerta a la ciudadanía y proporciona las siguientes recomendaciones para mitigar riesgos:
Limpiar canales y bajantes para prevenir inundaciones.
Alejarse de árboles y redes eléctricas durante brisas fuertes.
Revisar el estado del techo para asegurar su resistencia al viento y la lluvia.
Evitar arrojar basura a las calles para prevenir el represamiento del agua.
No cruzar corrientes de agua durante lluvias intensas.
Permanecer en lugares seguros durante las lluvias.
No refugiarse bajo árboles durante las tormentas.
Evitar comprar lotes o construir viviendas en zonas propensas a inundaciones y deslizamientos.
En caso de emergencia, comunicarse con la línea 123.
Estas medidas son fundamentales para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes durante la temporada de La Niña.
Referencias
1 – Defensor del Pueblo advierte riesgos por temporada de lluvias y posible consolidación de La Niña.
2- Gobierno Nacional lanza plan de respuesta ante el posible inicio del fenómeno La Niña
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