Imagen de referencia. | Cortesía Stockbyte—Getty Images
En las últimas horas se ha dado a conocer públicamente una polémica en torno a las denuncias que Clara Inés Acosta, esposa del concejal barranquillero Rubén Marino, interpuso por presunta violencia intrafamiliar por parte de su pareja.
Acosta había asegurado tener pruebas que involucran a su esposo, padre de sus hijos y con el que había mantenido una relación desde hace más de 14 años.
Precisamente esta mañana la cadena W Radio reveló durante una entrevista con Clara Acosta, el comprometedor audio en el que Marino se excede verbalmente con su esposa en varias ocasiones.
El audio que tiene varios momentos, da cuenta de una discusión porque al parecer Clara se fue a la peluquería sin avisarle a su esposo, quien en un tono alto, le reclama por no haberle informado a tiempo. Al final del audio, Marino se excede son su vocabulario tanto que llega a hacer amenazas cuando tocan el tema de sus hijos.
"R M: Tú dijiste que te los ibas a llevar./C A: Bueno vamos a ver pero tú a mís hijos no me los vas a quitar. /R.M: Entonces no sé cómo iremos a vivir, te mato a ti h***, mato a los pelaos pero como sea h*** no te quedas con ninguno porque tú a mí no me vas a perratear..."
El vídeo, la otra prueba de Clara, fue publicado en El Heraldo y en él se aprecia el momento en que luego de forcejear en varios intentos fallidos por sacar a la mujer de una habitación, el concejal la arrastra por los pies para cerrarle la puerta.
El concejal no ha dado declaraciones según él porque la investigación está en curso, pero aseguró al medio, que nunca la golpeó y que sólo la arrastró porque ella se negó a salir del cuarto luego de una discusión.
Clara aseguró en W Radio que su pareja la agrede desde hace varios años y por eso interpuso la primera denuncia en el mes de marzo. Allí el resultado de los exámenes arrojó lesiones de tipo contundente abrasivo, fue incapacitada y se le recomendó ayuda sicológica.
Debido a la situación se fue a Medellín con sus hijos, hasta donde llegó el concejal para lograr un acuerdo que inicialmente funcionó con terapias pero al final éste no se cumplió en su totalidad. En noviembre Clara fue víctima presuntamente de maltrato verbal, por lo que días después acordaron separarse y que ella se llevaría a sus hijos, lo cual ocurrió la primera semana de diciembre.
Acosta pidió protección y notificó que se llevaría a sus hijos nuevamente a Medellín. Aunque la decisión fue negada porque su pareja declaró ante la comisaría su preocupación por la salida de los menores fuera de la ciudad, Acosta afirmó que nunca se le notificó la determinación. El 7 de diciembre se realizó por parte del ICBF la visita en Medellín a la vivienda de Clara Acosta para que entregara a sus hijos por orden del Fiscal 11 de la URI.
Fue así como el 11 de diciembre Clara Acosta finalmente interpuso la segunda denuncia para declarar las agresiones ocurridas en noviembre. Además, interpuso una tutela por la decisión de quitarle la custodia a sus hijos, pero ésta fue negada el pasado 9 de febrero.
Mientras tanto, la Red de Mujeres del Atlántico ya ha levantado su voz de protesta, al exigir la renuncia del concejal Rubén Marino ante el concejo de Barranquilla y ante el partido Conservador al cual pertenece.
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