La tradición de los pesebres que lleva el significado de la unión familiar, la fe y la creatividad en vísperas de Nochebuena.
La época decembrina es uno de los momentos más esperados por muchas personas, un tiempo para compartir, intercambiar detalles, cenas y todo gira alrededor de una festividad, pero también, como es tradición en algunas familias los pesebres se convierten en la representación de la fe, imaginación y unión.
El pesebre es una pequeña recreación de forma artesanal y creativa que muestra cómo era la vida en Belén y la historia del nacimiento del Niño Dios. Es tanta su importancia que desde el 16 al 24 de diciembre se rezan las tradiciones novenas entorno al pesebre, acompañada de oraciones y cantos de villancicos con instrumentos improvisados que brindan sonoridad a estos encuentros llenos de alegría.
La ejecución de los pesebres también es una práctica que va de generación en generación, creando recuerdos, fortaleciendo la fe y la unión familiar. Así lo vive Juan José Jaramillo Buitrago, un empresario y belenista barranquillero, como él mismo se llamar ‘Juancho’, recuerda que es un legado que le dejó su madre, y es una manera de recordarla.
“Es una tradición que viene de mi madre, yo aprendo este arte de parte ella, llegaba la Navidad y yo todos los días le preguntaba a mi mamá “cuándo vamos a hacer el pesebre”, y aprendí mucho. Como dijo el papa: “no perdamos la simbología de lo que es el nacimiento del Niño Jesús”, y es algo que pasa desapercibido y nos convertimos en una noche de regalos, y yo creo que el regalo más lindo que nosotros tenemos el 24 es volver a sentir que el Niño Dios nace en nuestros corazones. Para mí la simbología de hacer el pesebre es también generarle a mis hijos y a mi nieta, el amor por lo que es realmente la Navidad”.
Una nueva generación de la familia que ya se está integrando a la tradición de los pesebres y es su nieta Cayetana, quien tiene su espacio en esta creación para que pueda interactuar de manera cercana con aquellos elementos que lo componen.
“La parte baja del pesebre la hice así para que ella pueda interactuar con los animales. Hoy en día explicarle cada una de las escenas es muy difícil, pero ella juega con la vaca, con el burro, con el choncho, los pollitos, los conejos, los gatos, los patos. Esa es la interacción para que ella realmente recuerde la vida, el valor o lo importante que para mí es hacer pesebre”,
dijo Juancho.
Su dedicación para armar los pesebres es de varios meses, y las piezas que utiliza para darle vida a estos portales son completamente reciclables, una forma de darle uso nuevamente a esos objetos que “Ya dejaron de funcionar”.
“Duré tres meses haciéndolo. Primero utilizo muchísimos elementos reciclados, yo parezco loco viejo, voy recogiendo icopor por la ciudad. Yo voy haciendo el pesebre de acuerdo el momento, este año el pesebre lo domina el desierto, y todo el color básico del pesebre tiene que ver la arena del desierto. Básicamente durante el año voy haciendo y en el segundo semestre empiezo a producir”,
comentó Jaramillo.
Es tanto su amor por su amor la creación de los pesebres que cada año hay una novedad, siempre que termina uno, piensa en cómo será el del próximo año.
“Lo clave de este es que siempre hay algo nuevo, ya terminé este y ya estoy en el diseño de lo que voy a hacer el año entrante, pensando en cómo lo voy a manejar, hacia dónde lo voy a llevar”,
le explicó Juancho a RegiónCaribe.org.
Juancho, quien también se destacó por su cargo como secretario de Cultura de Barranquilla, recuerda el Belén que se realizó en el Malecón del Río, siendo él la persona encargada de la ejecución de este pesebre en la ciudad, con la esperanza de volver hacerlo y poder disfrutar estos espacios.
“Estoy seguro que vamos a hacerlo de nuevo en algún momento, porque la ciudad o todos necesitamos de esta simbología y lo que representa para nosotros como los hogares colombianos y los hogares barranquilleros”.
Comments