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Las obras de conexión de gas natural tendrán una inversión de 7.754 millones de pesos y beneficiarán más de 24.736 habitantes de diez municipios y sus corregimientos.
La gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, anunció que la Administración Departamental ya cuenta con la autorización para contratar obras de conexión de gas natural en cabeceras municipales.
La mandataria afirmó que por medio de este proyecto se verán beneficiados 6.184 hogares del departamento y más de 24.736 habitantes, quienes tendrán acceso al servicio de gas natural en sus viviendas, garantizando una prestación continua, segura y eficiente.
"Con la aprobación de la Asamblea Departamental, contrataremos obras de conexión de gas natural para estratos 1 y 2 en 10 municipios y 15 corregimientos con una inversión de 7.754 millones de pesos", explicó Noguera.
Para el 2023, la gobernación proyecta conseguir que un total de 6.300 viviendas estén conectadas a la red de gas natural y pasar de tener una cobertura del 90% al 96% en todo el Atlántico.
Este proyecto que será ejecutado consiste en la construcción de acometidas domiciliarias e instalaciones internas en 5.894 viviendas de estrato 1 y 290 hogares de estrato 2, en cabeceras municipales y zonas rurales de Sabanalarga, Galapa, Baranoa, Palmar De Varela, Soledad, Manatí, Malambo, Santa Lucía, Juan de Acosta y Tubará.
Para el caso de Soledad, la gobernadora aseguró que se beneficiarán 2.491 hogares de los barrios Altos de Jesús, San Vicente III, Villas del Rey, Viñas del Rey, Renacer y 23 de Noviembre.
Gracias a esta iniciativa muchas familias atlanticense podrán evidenciar un ahorro significativo en el pago de sus facturas por este servicio, ya que actualmente utilizan gas propano que es mucho más costoso.
Por ejemplo, si en un hogar vienen pagando alrededor de 60.000 pesos mensuales por 40 libras de gas propano, con el servicio de gas natural se calcula que el valor mensual del consumo más el de la instalación para el estrato 1 sería de 26.024 pesos, es decir, un ahorro de 33.976 pesos.
Así mismo, aquellas familias de bajos recursos que se encuentran ubicadas en zonas rurales y utilizan la leña como método de cocción para sus alimentos, podrán también reducir costos y la utilización de recursos forestales como fuente de energía, lo cual genera un impacto positivo en el medioambiente.
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