Desde su patio en el corregimiento de Hatoviejo-Bolívar, la señora Danit prepara en su estufa de leña los manjares de Semana Santa, esos que aprendió de su abuela y su familia. Como en el caso de el “monoloco” una sopa a base de guandú que solo se prepara en este corregimiento de Calamar.
Danit cuenta que esta preparación única de Hatonuevo nació cuando en la época de ses bisabuelos se presentaba escasez, por lo que se creó este plato con la agricultura del momento, sobretodo porque la forma de comercializar se daba a través de intercambios o trueques.
Fue así que nace el “Monoloco”, una clase de mazamorra a base de yuca, panela, coco y y grano guandu que se disfruta en comunidad los viernes de cuaresma y se comparte entre vecinos y amigos, como lo hizo para el viernes pasado cuando compartió de 10 a 15 platos de esta preparación para la cual uso 4 libras guandú , 3 cocos , 3 panelas y bastante yuca.
“yo veía a mis abuelas preparar el monoloco y hemos conservado esa costumbre. Se prepara en familia y se reparte con los vecinos y con los amigos. Uno se alegra cuando a uno le piden -¿vas a preparar monoloco?, me das-”
comenta la señora Danit quien es docente de arte en el pueblo y lideresa social.
Según ella, recibe ese nombre porque la consideran una combinación “loca”. Para Danit la leña es de vital importancia para que las comida tenga ese sabor tradicional. “Aquí en Hatoviejo casi todas las familias lo preparan, los mayores lo preparan y aquí el viernes de cuaresma las señoras lo hacen para vender”
Danit, su hermana y la ayudante de la casa iniciaron a cocinar desde las 9 AM preparando primero el guandú, el cual se debe enfriar para molerlo, labor en la que ayuda su esposo. La yuca y la panela se machacan con el molinillo y se compacta con el agua de coco que sobra de la preparación de la leche “le damos molinillo y le damos molinillo hasta que quede compacto después se deja a fuego lento para que agarre el gusto” para finalmente servir este plato dulce y espeso, a la 1 de la tarde y como paso final se vierte la leche del coco previamente preparada.
Los hijos de Danit viven en Barranquilla, pero eso no significa que a ellos no les llegue el “monoloco” a sus casas pues ella muy juiciosa envía empacada la comida y en un bolsa nombrada la manda en un bus que se dirige para la capital del Atlántico, ya en la ciudad su hijos reclaman el recado y tienen un pedazo de su tierra en su casa.
El monoloco hace parte de varias de las preparaciones que se llevan a cabo en el Caribe en esta época de Semana Santa, en la que por tradición religiosa no se consume carne. El bagre, ensalada de payaso, arroz de coco o frijol y el prohibido plato de icotea son otras de las preparaciones que se tiene como costumbre consumir.
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