La reconocida cocinera, que participó como una de las invitadas especiales de Sabor Barranquilla, compartió con Región Caribe acerca de su experiencia y creencias.
Leonor Espinosa De la Ossa es reconocida con facilidad alrededor del mundo, gracias a su amplia trayectoria ligada a la cocina, promoción de la gastronomía colombiana y empoderamiento de las raíces ancestrales. De hecho, en julio, recibió en España, el ‘Basque Culinary World Prize 2017’, considerado como el premio Nobel de la gastronomía por el impacto y generación de cambio social.
Sin embargo, esta mujer que ha recibido otros galardones de talla internacional, nunca estudió gastronomía profesionalmente y aunque realizó algunos cursos fuera del país, asegura que todo su proceso se ha basado en investigaciones, estudios y viajes que ha realizado.
Inició formándose en economía, publicidad y hasta artes plásticas, carrera que finalmente la puso como dirían en el argot popular, ‘entre la espada y la pared’.“Tuve que escoger, y en ese momento quería hacer cocina, pero luego me di cuenta que eso era lo que siempre había querido” expresa convencida.
Lo que prepara, tiene toda clase de ingredientes del territorio nacional porque no se queda con una sola región sino que investiga de los diferentes ecosistemas. Al hablar de su estilo, Leo se define a sí misma como una mujer que le impregna a su cocina originalidad, autenticidad y sobretodo, vivencias y conocimiento de lo que aprende. Pero más allá de todo esto, está ese ‘sabor caribe’ que nos recalca no tiene nada que ver con ingredientes, sino con aquella sensación intangible que se transmite como la música, a través de emociones.
“Mi comida no es solamente Caribe, pero tiene el ‘sabor caribe’. Ese sabor alegre que produce emociones, un sabor que tiene un carácter propio pero que también es delicado y está muy ligado al aporte afro, a la alegría y al tumbao” así describe con firmeza y convencimiento su identidad, como si en ese instante estuviese sintiendo eso que produce cada cosa que cocina.
Para Leo, cada una de las carreras que llegó a estudiar, le han brindado un aporte enorme a lo que es su pasión hoy en día. Por un lado, relata que la gastronomía cabe dentro de la economía porque la primera es una herramienta de transformación y desarrollo económico. Mientras que la publicidad ha sido la clave que le ha permitido conocer e identificar estrategias para el posicionamiento de un producto, ventaja que le ha garantizado cierto éxito por su conocimiento del mercado.
Por su parte, cuando habla de las artes plásticas se emociona mucho más, ya que le han servido para ver la cocina como un proceso creativo, que implica un lenguaje profundo y va mucho más allá de la transformación social. “En el proceso creativo se contextualiza, se visibiliza y se manifiestan cosas. Yo hago arte a través de la cocina”, concluye.
Leo Espinosa es propietaria del restaurante ‘Leo Cocina y Cava’, ubicado en Bogotá y el cual ha recibido diferentes reconocimientos como en el 2007 cuando fue considerado uno de los 80 mejores restaurantes del mundo, según una reconocida revista británica. Así mismo en 2014 y 2015 fue escogido como uno de los 50 mejores en Latinoamérica.
Además de su restaurante, una de las cosas que más orgullosa la hacen sentir y por la que realmente ganó el ‘Basque Culinary World Prize’, fue por la fundación que lleva su mismo nombre y que está vigente desde hace 10 años. “Fue una visión que surgió a partir de un recorrido que hice por Colombia y en el cual entendí que la gastronomía podía mitigar pobreza” explica.
Para ella ‘Funleo’, que nació cuando la gastronomía no era vista como una forma de desarrollo, se ha convertido en eso que sustenta su cocina y prácticamente en un todo para su vida. A través de su fundación realiza proyectos de impacto con las comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes del país con el propósito de que identifiquen y se apropien de la riqueza gastronómica que poseen y puedan ver en ésta una forma de subsistencia.
Es por esto que tiene razón cuando dice que su trabajo no es coger sartenes y cocinar, sino que va mucho más allá “La esencia de mi trabajo es altruista porque a través de lo que ejecuto y manifiesto, debo siempre hacer a los demás partícipes de un proceso social. Esa es mi filosofía” finaliza diciendo Leo, quien seguirá trabajando con la gastronomía como un proceso de construcción para la sociedad.
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