Bailar Bullerengue significa volver al pasado y encontrarte danzando con los negros africanos que un día lucharon por su libertad y defendieron sus raíces.
Durante el desarrollo del Foro ‘Salvaguardando las tradiciones culturales del Bullerengue’ en el marco del Festival de Bullerengue en Puerto Escondido - Córdoba el jurado realizó una ponencia en donde puso sobre la mesa temas como el vestuario de la mujer durante el baile, el uso de turbantes en el vestuario y el rol de la mujer como tamborera, lo que ha suscitado en el público asistente de manera virtual, inconformidad.
“Debemos proteger la raíz de la tradición bullerenguera para que los niños en un futuro puedan sentir lo que uno sintió” expresó Benjamín Díaz, gestor cultural en el municipio de Necoclí.
Bajo esta premisa Gloria Núñez, bailadora y jurado, indicó que inicialmente el tambó hembra siempre fue tocado por hombre y eso
‘no se puede cambiar porque la bailadora lleva un coqueteo con el tamborero y el tamborero muestra virilidad, fortaleza y hasta machismo, entonces hay que dejar claro que el tamborero debe ser hombre. No podemos cambiar la tradición’.
Pues, ancestralmente durante el baile del Bullerengue el tambor enamora o embruja con su repique a la bailadora, llamándola constantemente; de ahí que, la bailadora siempre termina bailándole al tambor.
“Estamos hablado de uno reglamentos que se han estandarizado en los festivales, y nosotros defendemos unas raíces, lo de nuestros ancestros. por eso coloqué una comparación con el Festival de la Leyenda Vallenata, en donde no concursan en la misma categoría las acordeoneras; se puede hacer una categoría para tamboreras, porque la tamborera no es menos que el tamborero y el tamborero no es más que la tamborera”
Puntualizó Edwin Florez, investigador y jurado del festival.
Y añadió, “Se trata de una visibilización, porque ya no estamos rescatando nada, estamos manteniendo y preservándolo”.
Así mismo, la Red de Tamboreras de Colombia lanzó un comunicado mundial en contra del machismo y la desigualdad de género en las música tradicionales de Colombia.
“Consideramos que las manifestaciones culturales evolucionan conforme con el desarrollo de la sociedad en términos de equidad de género, inclusión y reconocimiento del otro, además resaltamos la labor de hombres y mujeres que aportan, rescatan, difunden y respetan nuestras músicas de tradición con participación en la ejecución musical y danzario. Sea cual sea su rol.
[…] Solicitamos entonces rectificar dichas declaraciones; les invitamos a comprender las nuevas dinámicas y aprovechar la experiencia y recorrido tan amplios del festival para encaminar sus jornadas académicas al reconocimiento de todos los agentes del ecosistema cultural y a motivar esta generación de jóvenes, hombres y mujeres a seguir creando.
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