Sus rostros reflejan su edad, pues las arrugas dibujan en ellas el símbolo de la sabiduría hecha sabor en sus manos, son las Matronas del Sabor; en ellas la comida tradicional cobra un valor especial.
Matronas de Galapa en la cocina tradicional // Fotografía Ángela Pertuz
Por: Ángela Pertuz
En medio de máscaras talladas en madera, en figurines labrados en bejuco, en tigres, cebras y marimondas llenas de colores que reflejan lo ancestral de la naturaleza, 5 mujeres son ese factor diferencial en el Festival de la Máscara y el Bejuco.
En su stand no está el bejuco ni la madera, pero si el millo, el ajonjolí y la yuca transformados en comidas típicas de Galapa, y para hablar de ellos, Esneri, una mujer entrada en años, toma la vocería, pero antes con su mirada hace un leve paneo por la mesa y para, en el que se creería es su alimento favorito, el arroz de lisa.
Abre la olla delicadamente como si se tratara de un tesoro que está apunto de descubrirse, pero cuando ya está por abrirlo completamente, advierte risueña “ya se está acabando” para después completar con la receta en la que explícitamente está el ingrediente que lo hace ser tan especial.
Mira fijamente el caldero y dice “… usted viene y compra la lisa y prepara el arroz con buena verdura, pero ojo – indica- esto no tiene maggi, ni color ni comino, aquí el sabor se lo da el ajo y las especies, por eso es una delicia” para continuar su recorrido en la mesa y hacer énfasis en el bollo de yuca, “esto nada más es coger la yuca, lavarla bien, quitarle la vena, rayarla y envolverla, nada más porque los bollos no llevan dulce ni sal” expresa como quien dicta un clase magistral de comida Caribe.
Cuando se le pregunta del por qué representan en un festival de artesanal, la comida tradicional, Esneri viene y una vez más se acerca a la comida, sonríe y de manera jocosa abre el calambuco donde reposa la chicha de ajonjolí, la ladea un poco y dice “esta es comida sana que da vida y eso es que queremos transmitir a todos los jóvenes. Nosotras llevamos consumiendo comida baja en condimento y consérvate, por eso duramos más en la tierra” lógica que cada vez es más visible en la brecha generacional que se marca cuando hablamos de hábitos alimenticios.
Las Matronas, llevan 4 años de los 13 que cumple el Festival de la Máscara y el Bejuco en Galapa, para ellas el millo, es como el bejuco al artesano, un material en bruto que requiere de toda la entrega y laboriosidad para que al final sea una obra de arte que es apreciada por el paladar.
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