El proyecto ‘Bosque Urbano’, busca sembrar un árbol por cada habitante de Santa Marta
Los samarios avanzan en la meta de convertir a Santa Marta en una ciudad verde tras la ejecución del programa de siembra que, en su segunda temporada plantó 180 mangles rojos que servirán como barrera natural para la preservación del Lago de Dulcino, el mayor complejo lagunar de la capital del Magdalena.
Cifra que se une a los 10 mil árboles sembrados durante los dos últimos meses del 2020.
“Iniciamos la segunda temporada de ‘Santa Marta Siembra’ desde el Sector de Lagos del Dulcino, el cual hemos venido conservando con diferentes acciones, porque estos son sistemas de intercambio entre el agua y salada” indicó la directora del Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental –Dadsa- Patricia Caicedo
El Lago de Dulcino es fuente de vida para peces, insectos, mamíferos y plantas como mangles, que sirven de transición entre el medio terrestre y acuático y como barreras naturales contra los fuertes vientos y mares de leva.
“Santa Marta es una ciudad rica en ecosistemas hídricos y los samarios debemos seguir aportando para que la ciudad sea cada vez más verde. El Dadsa ha sido fundamental para que eso sea cada vez más posible”, expresó Guillermo Vives, ambientalista asistente a la jornada.
Esta campaña hace parte del proyecto ‘Bosque Urbano’, con el que la administración busca sembrar 30 mil árboles nativos durante su periodo y a través de la autoridad ambiental.
“La principal meta es que haya un árbol por cada habitante de Santa Marta, de cara a los 500 años de la ciudad”, concluyó la directora del Dadsa.
Fotografías: Alcaldía de Santa Marta
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