Junto al mar caribe, lejos de Santa Marta y Cartagena, se encuentran las playas de Bahia Rada, en el departamento de Córdoba, corregimiento pesquero donde la resiliencia e identidad afro y Caribe se convierten en preparaciones artesanales hechas de coco, Jorge el Decimero nos comenta sobre esta tradición Caribe.
Jorge nació en este corregimiento paradisiaco de cangrejos y coco, él a pesar de vivir en Montería como estudiante de literatura en la Universidad de Córdoba, regresa cada semana a buscar las panochas que vende en su camino de regreso y en la universidad. Saluda con su gran sonrisa a sus familiares y vecinos, recita una que otra décima, esas mismas que declama para comerciar las preparaciones de su tía, una labor que le permite mantenerse económicamente.
Entre décimas y sonrisas, Jorge el Decimero, se ha propuesto representar a Bahía Rada, a través de este manjar de las densas costas de Córdoba. Él se pasea por su pueblo donde se celebra el Festival de la Panocha de coco.
“Este festival consiste en resaltar esa noble labor que nuestras madres y abuelas realizan con mucho esfuerzo para sacar adelante a sus familias, ya que a través de esta consiguen el sustento diario de su hogar”
Afirma Jorge Negrete, con gran ese ímpetu que lo caracteriza
Al entrar a Bahía Rada, se respira una tranquilidad única, como de costumbre sus familias salen en las tardes a su terraza saludando a quien pase por al frente, una larga carretera de arena conduce a la playa, rodeada de las casas de matronas y familias que alguna vez tuvieron que desplazarse por la guerra del paramilitarismo.
“El auténtico sabor de las panochas de coco de Bahia Rada, se puede decir que es el amor ya que es el ingrediente secreto, el cual ellas le aplican a este producto, ya que no solamente es una panocha de coco sino que es parte de la tradición y la cultura de Bahia Rada”
La calle principal se encuentra decorada con las famosas flores amarillas de campano o de bonche, como le dicen allá. En estas casas se vende el pescado, se hacen peinados, se prepara y vende la panocha y encuentras uno que otro puesto de comida, sin mencionar el hotel que se ve a lo lejos a lo alto de la montaña, un escape para quienes aman el mar de esta parte del Caribe.
“Desde niño me ganaba una panocha jarreandole las tartas a todas nuestras abuelas, a las matronas llevándoselas hacia el horno donde ella la preparaban y asi iba con todos mis amigos y después íbamos de casa en casa, recogiendo la panochita que ella nos daban por ese trabajo que nosotros le hacíamos de trasladar las tártaras de las panocha desde su casa hasta el horno comunitario donde todas asaban”
Harina de trigo, azúcar, coco, canela y por supuesto mucho amor, son los ingredientes de la panocha, una preparación ancestral que permite a varias matronas y a los comerciantes como Jorge sostener económicamente sus vidas. Para el decimero, esta es otra de las formas en la que su tradición Caribe y de su corregimiento se mantiene.
“Me hace feliz vender este producto porque no solamente estoy vendiendo una simple panocha de coco, sino que estoy mostrando mi pueblo, mi gente, el esfuerzo de nuestras madres y esa cultura que representa el corregimiento de Bahía Rada, por eso a donde quiera que voy siempre con mucho orgullo amor”
Son siete matronas que mantienen este tipo de panocha, en Bahía Rada, gracias a ellos los viajeros que van madrugados a Lorica y Montería, gracias a ellas estudiantes de la Universidad de Córdoba reemplazan un empaquetado por una preparación que mantiene una tradición culinaria, que junto a la galleta de limón siempre será un buen presente para quienes llegan del pueblo a las ciudades.
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