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Se trata de Dalcy Jorge Domínguez, una modista que reside en el suroccidente de Barranquilla y que ha cosido cerca de seis kilómetros de tela en los últimos meses.
En el reconocido barrio de La Pradera, donde las calles están llenas del vibrante espíritu barranquillero, Dalcy Jorge Domínguez ha dejado una huella indeleble con su última hazaña. La confeccionista de este popular barrio de la ciudad está a pocos metros de completar la creación de la bandera más larga del mundo, una imponente pieza que se extiende por más de diez kilómetros, de los cuales ella logró unir seis y que celebra el fervor y la pasión de la ciudad por su equipo de fútbol, el Junior.
El proyecto, que comenzó como un sueño monumental, se materializó gracias a la inquebrantable dedicación de Dalcy. La bandera no es solo un trozo de tela; es un símbolo viviente del orgullo y la identidad de Barranquilla y de los amantes de los colores rojo y blanco, que representan al conjunto 'tiburón'.
Cada centímetro de la bandera refleja meses de trabajo arduo y meticuloso, un testimonio de la habilidad y el compromiso de una mujer decidida a rendir homenaje a su equipo y a su ciudad.
"Debido a que el tiempo está muy cerca, estamos trabajando a toda máquina porque ya estamos a menos de nada y por eso le dedico más tiempo a la terminada de la bandera. Trabajo de siete a nueve de la noche para poder sacar el tope diario", comenta con orgullo esta modista barranquillera.
El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, jugó un papel crucial en la realización de este proyecto. Consciente de la magnitud del esfuerzo de los hinchas y de esta mujer pujante, Char obsequió a Dalcy una máquina de coser especial, facilitando así la confección de esta obra titánica.
"En manos de nuestra querida Dalsy está la creación de la bandera más grande y linda que el mundo haya visto antes, una iniciativa bacanísima de la Fundación Centenario Rojiblanco 1924 - 2024 y apoyada por la Alcaldía de Barranquilla. Serán más de 10.7 kilómetros de tela y de puro corazón para todo el juniorismo", fue el mensaje que le dio Alejandro Char. "Con él (alcalde) estoy muy agradecida con ese gran regalo que me trajo y eso a mi me sirve para el crecimiento de mi taller y de mi trabajo. Estoy muy feliz por esto que estoy viviendo", indica esta mujer.
El proceso de confección fue un verdadero desafío. Domínguez, con la ayuda de su hijo, han venido trabajando durante meses, superando obstáculos y enfrentando dificultades para lograr cada costura con precisión. Cada tramo de tela fue cuidadosamente ensamblado, y la pasión por el club y la ciudad se entrelazó en cada puntada.
El resultado es una bandera que no solo será la más larga del mundo, sino también una obra de arte que encarna la energía y el entusiasmo del barranquillero.
La pieza monumental ha sido recibida con gran entusiasmo por los aficionados del Junior y por toda la comunidad barranquillera. En un evento magno que se realizará en el estadio Metropolitano, la bandera será exhibida en las tribunas del 'coloso' de la Ciudadela y luego hará un recorrido de ida y vuelta en el Gran Malecón del Rio, donde los hinchas podrán tomarse fotos con ella.
"Son palabras indescriptibles, es algo en lo que nunca había trabajado porque yo me dedico a vestidos de damas y ropa de caballeros, pero en esto de la bandera es algo nunca vivido. Me siento dichosa y no quepo de la felicidad con este proyecto que me dieron", puntualiza Dalcy.
El centenario del Junior se ha visto glorificado con esta impresionante bandera, que además destaca la destreza y el compromiso de los barranquilleros. La obra de Domínguez se ha convertido en una fuente de inspiración y un recordatorio tangible de lo que se puede lograr cuando la pasión y la comunidad se unen.
Así, en cada pliegue de tela y en cada centímetro de su longitud, la bandera más larga del mundo se erige como un emblema de orgullo, dedicación y amor por el fútbol y la ciudad. Con este símbolo, Barranquilla, una vez más, ha demostrado que su espíritu es tan grande como el proyecto que acaba de completar, una muestra de su interminable pasión y su inquebrantable unión.
¿Quiénes hicieron los otros cuatro kilómetros?
Cerca de 40 mujeres madres de hogar del SENA han trabajado día y noche en la confección de una parte de la bandera en homenaje a Junior. En total han sido cuatro kilómetros los que estas talentosas mujeres han confeccionado para conmemorar el centenario del Junior.
Las mujeres, que forman parte de un programa de formación del SENA, han trabajado durante meses para llevar a cabo esta monumental tarea. Cada una de ellas aportó su talento y dedicación para crear una bandera que celebra no solo el aniversario del equipo, sino también la contribución y el empoderamiento de las madres trabajadoras en la región.
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