Nació en Benín, África, pero se convirtió en una barranquillera más desde que pisó el suelo de 'la arenosa'. Se trata de la hermana Rosa María Arouna, una monja que lidera a las Hermanas Oblatas Catequistas Pequeñas Siervas de los Pobres y llegó a la puerta de oro en el año 2000 para una misión evangelizadora y desde entonces su propósito de vida ha sido brindar el servicio desinteresado hacia los más necesitados de la ciudad.
Rosa María es una mujer de 70 años que se caracteriza por ser luchadora, solidaria responsable, y capaz de hacer hasta lo imposible con tal de poder ayudar a las personas que necesitan de su mano o de sus oraciones.
De sus 70 años de edad ha dedicado medio siglo a la vida religiosa. Sus principios y valores siempre están conectados a las labores sociales, sobre todo con las poblaciones del sur de Barranquilla.
Su labor en la religión con las comunidades en Barranquilla no ha dependido de ella sola. Detrás de la hermana Rosa María también trabajan bajo los principios de Dios las hermanas Micheline Towanou, Elizabeth Houngbedehinto y Sofie Yacouto, quienes también llegaron de África a cumplir con su vocación religiosa.
Esta hermana de 70 años quería ser periodista para mostrarle al mundo a través los medios de comunicación lo importante que era la labor social en la religión, pero Dios le tenía algo mejor guardado porque sin ser comunicadora social ha logrado que miles de persona la escuchen y de ser una posible entrevistadora, se convirtió en una entrevistada.
"Me siento comunicadora social porque por medio de mis actividades de desarrollo social a lo largo de todos estos años he podido ayudar a muchas personas"
Expresa la hermana que se convirtió en una barranquillera más.
Su español no es perfecto, pero sus mensajes sí que han llegado al corazón de todas esas personas que han requerido de ella para recibir palabras de inspiración o sanación. Actualmente la hermana Rosa María es coordinadora del departamento de Gestión Social de Pastoral Social-Caritas en Barranquilla.
Esta mujer de sueños cumplidos se encuentra trabajando en la construcción del Hogar Infantil Trupillos de Santa Teresita, una obra que busca impactar a más de 200 niños en el barrio Los Olivos 2, sur de la ciudad.
En este espacio, la hermana busca que los niños empiecen a construir nuevos sueños, a través de la educación, los principios y valores hacia Dios.
La obra de este hogar ha avanzado a buenos pasos con dinero que se ha recaudado gracias a donaciones de personas y el sector privado, pero aún se necesitan más donaciones para seguir con la elaboración de este importante centro de educación."Necesitamos todavía de las empresas, amigos, familias y vecinos. Necesitamos el apoyo de todos para que la obra que hemos previsto para dentro de un año sea una realidad", exclamó la hermana de Benín.
El sueño de esta mujer sobresaliente y dedicada a la gestión y desarrollo comunitario es ver a más de 200 niños con sonrisas en sus rostros en los próximos seis meses cuando el hogar sea entregado en el mes de junio del 2024.
"Queremos seguir recibiendo estas donaciones. Estamos haciendo la campaña de donar un metro cúbico de concreto. La idea es que las familias o los vecinos, apoyen a las hermanas a tener mil metros cúbicos", precisó con mucho entusiasmo la hermana.
La labor de esta mujer continuará incansablemente en Barranquilla para que las personas contribuyan en la construcción del mundo por medio de la Iglesia Católica.
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