Hoy que se celebra el Día Internacional de la Danza, conversamos con la bailarina, comunicadora e investigadora de danza, Karla Flórez autora del libro Somos Cumbia, somos familia, quien reflexiona acerca del impacto de la danza en las familias y los entornos culturales.
Karla Flórez participando de la Semana de la Danza en su natal Barranquilla | Foto: Suministrada
'La danza es mi pasión, mi forma de manifestarme' y es que no habría otra forma en la que Karla Flórez pueda definir lo que para ella significa la danza, la misma que ha estado presente en su vida desde muy joven y que le ha permitido llevar la cultura Caribe a diferentes rincones del mundo.
Su trayectoria de más de 30 años de experiencia ligada a la investigación y educación en danza, hoy le permite ser parte del Consejo Internacional de Danza de la Unesco, que este año celebra la danza y la espiritualidad, en el marco de esta fecha que tiene 37 años y que busca promover la danza en todos los rincones del mundo o como bien lo explica Karla Flórez, una fecha que invita a bailar porque "necesitamos bailar más, movernos más y conocernos a través del movimiento".
Ese bailar que va más allá del movimiento y que involucra diferentes áreas del conocimiento que son estudiadas, analizadas y reflexionadas en el libro 'Somos cumbia, somos familia', un texto que permite conocer las experiencias de las Cumbiambas en Barranquilla, que a lo largo de los años han mantenido la tradición cultural de esta danza y el Carnaval de Barranquilla.
"En el propósito mio de escribir el libro, me doy a la tarea de ponerme a revisar cuáles son esos gestos, sonidos, movimientos corporales que me relacionan con el otro, es decir la pareja, para yo comunicarme, establecer un diálogo en el que mantengo un movimiento circular, en el que yo como individuo puedo estar bailando con la otra persona y además en conjunto con otras parejas más en un círculo", explica Flórez al referirse a la rueda de cumbia, como un escenario en el que se combinan el diálogo, la armonía y el concenso tal como en una familia.
Esta experiencia le permitió entender algunas de las razones que después tantos años mantienen vigentes las diferentes cumbiambas. Karla plasma en su texto algunos de esos resultados, que están fuertemente ligados, según los mismos bailarines, al ADN y a la herencia familiar y generacional.
Un proceso que ella misma ha vivido con su familia, con la que hoy en día reside en Estados Unidos y hasta donde ha llevado sus aprendizajes de danza y cultura Caribe.
"Allá llevó viviendo bastante tiempo, criando a mis hijas, conformando una familia con mi esposo en la cual la cultura ha sido eje central para la unión, la armonía y para la identidad cultural de mis hijas, quienes ya viviendo fuera de Colombia, yo necesitaba proveerles unas herramientas para que sintieran esa cercanía no solo con la cultura sino también el idioma", explica Karla.
Fue precisamente a través de ese ejercicio familiar que nació la Escuela de Danza Karla Flórez, en la que los integrantes de la familia promueven escenarios culturales donde las danzas folclóricas, como la cumbia, son las protagonistas. De Karla Flórez School of Dance surgió precisamente una iniciativa para enseñar español bailando cumbia.
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