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La bonita nota de ‘Colacho’ Mendoza se apagó hace 16 años

Foto del escritor: RegiónCaribe.orgRegiónCaribe.org

El recuerdo del Primer Rey de Reyes sigue perenne y las notas de su

acordeón sonando por todas partes acompañadas de las voces de Jorge

Oñate, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta e Ivo Luis Díaz, entre otros.


Nicolás Elías 'Colacho' Mendoza Daza, Primer Rey de Reyes, y su hijo el Rey Vallenato, Wilber Mendoza Zuleta

Por Juan Rincón Vanegas - @juanrinconv


La mañana del primero de mayo de 2013 fue muy diferente para Wilber Nicolás

Mendoza Zuleta. La noche anterior había alcanzado la anhelada corona de Rey

Vallenato, y estaba cumpliendo un mandato del corazón.


Embargado por una mezcla de alegría y tristeza estuvo en Jardines del Ecce

Homo de Valledupar visitando la tumba de su padre Nicolás Elías ‘Colacho’

Mendoza Daza, y de su madre, Fanny Lourdes Zuleta Fernández, a quienes

dedicó el triunfo con el amor que le nacía de lo más profundo de su alma.


Acompañado del cajero Aníbal Alfaro Simanca, y el guacharaquero Wilman

Jaimes Barbosa, interpretó frente a la tumba de sus viejos la canción que más les

gustaba: ‘La vieja Sara’, del maestro Rafael Escalona.


Los recuerdos de ese momento glorioso en su vida los mantiene intactos, y

señala: “A ellos les dediqué ese triunfo que anhelaban y era la extensión de su

legado. Esa mañana les dediqué la canción que les gustaba. Cuando mi padre la

interpretaba, mi madre lloraba”, recuerda Wilber con la nostalgia dibujada en el

rostro.


Tengo que hacerle a la vieja Sara

una visita que le ofrecí,

pa' que no diga de mí

que yo la tengo olvidada.


Sus padres jugaron un papel fundamental en la vida del único hijo del matrimonio.

Esos seres que no solamente le dieron la vida, sino que lo guiaron por el buen

camino y le brindaron las primeras clases de ese folclor que escuchó antes de

tomar tetero.


Recuerdo intacto


El Rey Vallenato Wilber Mendoza en la tumba de su padre Nicolás Elías 'Colacho' Mendoza.

Sentado en una mecedora, y sin permitir que las añoranzas pudieran huir a través

de las notas del acordeón que tenía en el pecho, viajó en el tiempo y se encontró

con aquel momento de la partida de su papá.


Miró al cielo, meditó un instante e hizo énfasis en el epitafio que se encuentra en

su tumba: “Colacho, eres y serás, en cualquier dimensión perennemente grande”.

Se persignó, y acto seguido, varias lágrimas recorrieron sus mejillas.


Entonces, sin pensarlo mucho, pronunció unas palabras que nunca se cansa de

repetir: “Dios, dame la fortaleza, la virtud y el talento justo para ser grande como

mi padre, quien me marcó el camino a seguir en el folclor vallenato, ese donde

ahora soy su representante”.


Después, cambiando de tema, pero encausado por la misma línea, habló de las

grandes gestas musicales de su padre. “Mi papá, cumplió todos sus sueños y

nunca claudicó en su amor al folclor. Él, fue Rey Vallenato en 1969, primer Rey de

Reyes en 1987 del Festival de la Leyenda Vallenata y grabó con Diomedes Díaz,

Poncho Zuleta, Jorge Oñate, Silvio Brito, Pedro García, Carlos Lleras Araújo,

Isaac Carrillo, Julio Bovea, Ivo Díaz, incluso, con el grupo Guayacán”.


La de ‘Colacho’ Mendoza fue una carrera musical esplendida, donde las notas de

su acordeón fueron vitales para la creación en 1967 del departamento del Cesar; y

recibió homenajes en todos los niveles, comenzando por el Festival de la Leyenda

Vallenata en el año 2004, y recientemente, en Nuevo León, México. De igual

manera, un homenaje musical que estuvo a cargo del cantante Iván Villazón.


Señor ‘Colacho’ Mendoza


Carátula de la producción musical, Señor Colacho Mendoza.

Nicolás Elías, el hijo de Andrés Mendoza y Juana Daza, quien naciera el 15 de

abril de 1936 en la vereda Sabanas de Manuela, comprensión de San Juan del

Cesar, La Guajira, recibió en vida el más grande homenaje por parte del cantautor

Ivo Luis Díaz, quien estuvo a su lado durante 12 años.


“El gran ‘Colacho’, fue mi compañero musical, un amigo como no hay dos. Un

hombre con unos valores impresionantes, un músico de una valía incuestionable.

‘Colacho’ era como mi padre”, expresa Ivo Luis Díaz.


…Y sin parar continuó con el recuerdo a cuestas. “Conocí a ‘Colacho’ Mendoza

cuando tenía siete años, porque iba a la casa de mi papá en San Diego, y se

organizaban unas parrandas memorables. Siempre tuve la imagen del señor que

tenía sombrero fino y una nota musical que cautivaba”.


Contó que al acompañar a su padre Leandro Díaz a distintas parrandas, muchas

veces coincidía con ‘Colacho’ y siempre cantaba, hasta que en el año 1992 llegó

la oportunidad de grabar el trabajo musical ‘Maestría de triunfadores’.


En total, esta pareja grabó 10 producciones musicales. “Estuvimos 14 años unidos

y solamente nos separó su muerte, esa que no avisa y siempre trunca todos los

sueños”.


Al acumular todas esas vivencias, el cantautor Ivo Díaz había pensado en hacerle

una canción a su compañero, y la oportunidad le llegó en el año 1994. Fue en una

parranda donde le rindió el mejor homenaje en vida y ante pocas personas.


“No sabía cómo presentar la canción porque el acordeonero era ‘Colacho’. Le dije

al dueño de la parranda que tenía una nueva canción, y me dijo que la cantara. No

había otra opción. Solamente a ‘Colacho’ le chiflé la melodía”. Entonces, comenzó

a tocar su acordeón, y de repente, se sorprendió con el mensaje.


Señor ‘Colacho’ Mendoza

el acordeonero más noble del Valle

hoy quisiera dedicarle

los versos sentidos de esta inspiración.


…Y seguidamente, en medio del canto Ivo Luis Díaz hace varias preguntas que él

mismo se responde:


¿Cómo se llama el que toca?

‘Colacho’

¿Ese que quiere la gente?

‘Colacho’

¿El de la bonita nota?

‘Colacho’

¿Ese amigo inteligente?

‘Colacho’.


El cantor de vallenato auténtico narró entre lágrimas la reacción de ‘Colacho’ por

ese homenaje musical inesperado. “Esa fue una expresión de asombro. Fijó su

mirada en mí. Estaba llorando al escuchar la manera como lo estaba describiendo.


Cuando terminó la canción se puso de pie y me regaló un abrazo de

agradecimiento. Seguidamente se sentó y me pidió que la volviera a cantar.


Durante la parranda la canción se repitió más de diez veces, y ‘Colacho’ siempre

estuvo emocionado”. Fue tanta la acogida de la canción que meses después se

grabó y quedó como el más grande homenaje cantado.


Ivo Luis regresa para recordar nuevamente al hombre de pocas palabras, pero

que hablaba con su acordeón. “En todas las presentaciones se cantaba, y se

convirtió en el más sentido homenaje al amigo, al acordeonero, ese del que

aprendí la disciplina, la formalidad y la puntualidad. El mismo al que dibujó fielmente en la canción. El hombre de la magia, el maestro que dejó su propia escuela encabezada por su hijo, el Rey Vallenato Wilber Mendoza”.


Ese que es un buen amigo

ya él era famoso,

yo estaba muchacho

ese de sombrero fino,

de acordeón al pecho

se llama ‘Colacho’.

Dice Ricardo Gutiérrez

que los acordeones

desean tu presencia

que son como las mujeres

cuando aman al hombre

lloran por su ausencia.


La vida se le apagó a Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza Daza a las 11:20 de la

mañana del sábado, 27 de septiembre de 2003, pero quedaron en el ambiente

vallenato las más bonitas notas que no han dejado de sonar. De igual manera, las

historias como la de aquel primer acordeón que le regaló en sus inicios su mejor

amigo, Darío Pavajeau Molina, y las parrandas inolvidables en la casa grande de

Hernando Molina Céspedes.

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