Contar al Río Magdalena a través de sus historias de vida y la relación que tienen sus personajes con este afluente de agua comienza con “Karipuaña; El reflejo de lo humano está en el agua”, un documental que narra el estado del reconocido Caño de Ahuyama de Barranquilla.
El caño se mueve sigiloso entre las calles del centro de Barranquilla, él es testigo del trabajo que realizan lo habitantes de la ciudad, recibiendo residuos de frutas, verduras, carnes, excremento, vísceras y desechos de diferentes materiales, que se expulsan a diario. Estos elementos se combinan creando un olor particular a putrefacción, que atraen a las aves de carroña, sin embargo en medio del caos Orlando y Yennis tienen su hogar debajo del puente de la carrera 46 y diariamente ven pasar parte de una Barranquilla que nadie quiere mirar, su basura.
“Es hacer esa crítica desde lo social y desde lo humano de que, así como están las aguas, estamos nosotros como sociedad y cómo estamos como individuos” comenta Catherine Tcherassi, Directora de Karipuañá
Karipuañá, abre la puerta al gran proyecto que la Fundación EntreRíos lidera a través de un trabajo investigativo que se ha ido realizando durante 3 años, el cual busca visibilizar y crear acciones sociales en pro de las mejoras ambientales de territorios que involucran al río Magdalena.
Documental Completo
SINOPSIS :
“Una pareja de amantes que hicieron del caño su hogar, se adaptan a las condiciones de las aguas putrefactas mientras viven su cotidianidad en vísperas de la celebración del Día de las Velitas. Entre imaginarios coloquiales y bueno humor, se evidencia como todos hacemos parte del problema”
La pieza ganadora del portafolio de estímulos German Vargas Cantillo otorgada por la Secretaría de Cultura del distrito de Barranquilla, fue estrenada el 22 de abril. Catherine Tcherassi afirma que esperan presentarlo a festivales de cine.
“Son unos personajes que van más allá de la clasificación o de los estigmas y estereotipos locales qué dicen-¿Cómo que quién carajos hace su cabaña de su casa en el caño?- Tenemos en el imaginario que el caño es un lugar que es sucio, que huele, qué utilizamos prácticamente de basurero y que tiene muchas connotaciones negativas, las cuales son reales, pero precisamente estos personajes le dan la vuelta a esta visión”
RIO MAGDALENA
La cuarentena le ha dado a la humanidad la oportunidad de darse cuenta de su influencia en los procesos naturales, los animales dan fe de eso con su rápida y masiva presencia en los espacios urbanos, a quienes ni esperábamos que estuvieran tan cerca. El mar, los ríos y otras fuentes hídricas también son ejemplo de eso, luciendo más limpias desde que los seres humanos no las habitamos hace mes y medio.
Catherine y su equipo de trabajo han palpado de cerca el río más importante de Colombia, el Magdalena el cual ha inspirado poemas, historias, cuentos y mitos, pero sobretodo es el que ha alimentado todo un país con fauna, flora y cultivos, dependiendo de este 32 millones de personas, representando el 80% del pib de la nación, aportando el 70% de la energía hidráulica, el 95% de termoelectricidad, el 70% de la producción agrícola del país y el 50% de la pesca de agua dulce.
EntreRíos ha realizado un recorrido de cerca desde su nacimiento en la Laguna de del Magdalena en el Páramo de las Papas, ubicado en el departamento de Huila hasta la desembocadura de este en el Mar Caribe en el departamento del Atlántico, conociendo las personas que conviven y conocen los cambios que afectan al afluente y el cual antes de recibir el nombre "Magdalena", fue nombrado por indígenas y otras comunidades como Wakakayo, Yuma, Arly y Caripuana, logrando grabar dos documentales más que están en estado de posproducción.
El río es la línea de tiempo. Es como una analogía de la vida misma que observándola te enseña y demuestra que todo es cíclico. El río empieza desde el páramo como como neblina, como una gota que se condensa, que se vuelve riachuelo, que se vuelve cascada, que se vuelve río, que se vuelve lago o en una ciénega para llegar hasta el mar y volver a comenzar el ciclo.
En el caso de Barranquilla, donde el Magdalena se funde con el mar y desde hace 8 años se han llevado a cabo proyectos que hacen que la ciudad vuelvan a mirar al río, lo cual ha permitido que sus ciudadanos tengan más contacto con este, sin embargo no se puede ignorar el olor que este emana en ciertas épocas o momentos. “Barranquilla es casi una isla de lo rodeada de agua que está” afirma Catherine.
La ciudad posee 7 caños que desde la época precolombina han representado la facilidad del intercambio de bienes y el comercio de la ciudad. Como se menciona en el documental Camach era el nombre que recibía el caño de la Ahuyama por los indígenas Arawak.
Residuos de madera, plástico, bolsas, icopor, frutas y legumbres de rechazo, excremento de personas, crías y viseras de caballo se pueden encontrar en este caño, como también residuos mucho más grandes como bolsas de basura y colchones que los hogares barranquilleros tiran a los arroyos en época de lluvia.
Las bogas o canoas que zarpan en el caño de las Compañías, al lado de la Antigua Intendencia fluvial, actualmente sede de la Secretaria de Cultura de Barranquilla la cual ha estado intentando mantener limpia esta zona, cumplen su función movilizar esa basura, en el documental se recorre junto a Orlando el hilo del caño, mostrando el día a día de este.
“y en las mañanas se saca no a ser procesada y reciclada por la TRIPLE A. La realidad de eso es que esa basura la llevan más adelante hacia la entrada del río para que con la fuerza de este, se lleve eso río arriba ¿Que termina en dónde? en Punta roca o en Puerto Colombia y es así que se va supuestamente arreglando el problema”
Catherine afirma que la problemática se soluciona a través de programas de educación que apunten a transformar la conciencia y empoderamiento ciudadano, implementaciones de políticas públicas y un manejo adecuado al procesamiento de desperdicios orgánicos e inorgánicos desde el mercado y los barrios aledaños al caño para que no terminen siendo vertidos en este.
“La entrada de este caño está a la altura del río del Puente Pumarejo, donde también están las plantas del proceso del agua de la Triple A, entonces digamos que todas estas aguas que pasan por el río, que su vez pasaron por el caño son las que finalmente llegan a nuestras casas, a nuestras cocinas, a nuestros baños, es el agua que tomamos o con la que nos lavamos los dientes. Entonces ese caño a mí me importa porque es mi agua, es el agua que terminamos tomando, es el agua que terminamos tomando todos”
EntreRíos se encuentra liderando una campaña de impacto junto una red de organizaciones y fundaciones que están uniendo sus propuestas para construir un plan robusto que está en busca de recursos.
“Vemos la problemática, la contamos, la llevamos a la mesa y bueno, ¿Qué pasa después? nos preguntamos. Sabemos que el caño está en ese estado y ¿Qué vamos a hacer al respecto? Entonces, por ejemplo los personajes que salen aquí en este documental están dispuestos a liderar campañas de concientización o culturización con el agua”
Por el momento EntreRíos continua en el proceso de posproducción de los otros dos documentales, esperan presentar Karipuaña a festivales y adelantan el programa de impacto social. Conoce sobre este proyecto en: https://fundacionentrerios.wordpress.com/
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