El club Rotaract de Barranquilla es uno de los muchos clubes Rotaract que hay en Colombia y en el continente. Pertenecen a la ONG Rotary International
Fundado en 1994, el Club Rotaract Barranquilla Caribe ha orientado su misión a ayudar a comunidades barranquilleras de pocos recursos, específicamente a los niños de la Comuna 10, en el sur de la ciudad, más precisamente los barrios Barlovento, Bendición de Dios y La Isla, sectores en los que es normal ver la marginación social y la pobreza extrema.
Actualmente Rotaract es una organización liderada por jóvenes de 18 años en adelante que llegan a estas comunidades cada cierto periodo de tiempo para realizar distintas campañas, tales como talleres, actividades para los niños, jornadas de nutrición, lectura activa, entre otros.
En esta ocasión se llevó a cabo un bazar en el cual se vendieron distintas prendas en buen estado que fueron donadas para que con el dinero recaudado puedan seguir realizándose todas estas actividades que se le ofrecen de manera gratuita a los niños de estos barrios y que tienen como objetivo principal ayudar a brindarle a los pequeños una mejor calidad de vida.
“Los talleres con los niños se realizan todos los sábados en la Biblioteca Piloto del Caribe, de 9:30 a 11:30 a.m. Allí les ofrecemos tiempo de calidad y aprendizaje sobre distintos temas tales como el cuidado del medio ambiente, la importancia de la lectura, manualidades, entre otras cosas”, explicó Daniela Lugo, presidenta de Rotaract Barranquilla.
Según Lugo, en el bazar de esta ocasión lograron recaudar el doble de lo recaudado en el bazar anterior, algo que según ella es positivo, pues, de esta forma se logrará ayudar eficientemente a muchos más niños de estas comunidades invisibilizadas de la capital del Atlántico.
“La actividad en sí consistió en recoger ropa en buen estado para venderla a precios simbólicos, como $2 mil, $5 mil y hasta $10 mil pesos. La ropa fue donada y estaba en perfectas condiciones. Ahora podremos invertir esos recursos en las distintas actividades que llevamos a cabo”, agregó la presidenta de Rotaract en Barranquilla.
De igual forma, la joven precisó que estas actividades son posibles gracias a la comunidad, pues son las personas de buen corazón las que brindan su mano amiga para poder seguir ayudando a estos niños de la Comuna 10.
“Esperamos seguir haciendo este tipo de proyectos y contar con el apoyo de todo aquel que quiera donar”.
Este tipo de actividades son un ejemplo para todos, pues gracias a estos voluntariados muchos niños, niñas y jóvenes pueden sentirse dignificados y apoyados en un espacio creado especialmente para ellos, en el cual puedan aprender que si es posible salir adelante y que todos tenemos los mismos derechos y las mismas oportunidades.
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