Por Alberto Ortega Manzanares
Hoy, jueves 10 de noviembre, tuvo lugar un evento en la Universidad Autónoma del Caribe en relación a la ola de protestas que vive el país persa. Cientos de miles de personas han salido a las calles a denunciar los abusos de la teocracia tras el asesinato de una joven por las fuerzas del orden. Es por ello que una campaña que nació en el exilio pretende visibilizar la situación más allá de las fronteras del país persa.
La muerte bajo custodia policial de la kurda Mahsa Amini (de 22 años) fue la gota que colmó el vaso. La joven fue interceptada al salir del metro en Teherán por la policía moral. Esta patrulla la acusó de llevar mal puesto el velo, por lo que se la llevó a un curso de "reeducación" donde la mataron a golpes. Así pues, una población exhausta cansada de pobreza, totalitarismo religioso, represión a mujeres y minorías étnicas comenzó un levantamiento popular sin parangón.
Carteles que ponen cara y humanizan a los prisioneros políticos iraníes/Fuente: propia
Los rostros de la injusticia
Por ello es que un grupo de académicas representantes de la campaña "Quemar la Jaula/Liberar a los pájaros" (Burn the Cage/Free the Birds) aprovechó para denunciar la situación de los presos políticos en la Universidad Autónoma del Caribe. Dentro de la campaña también han llevado a cabo protestas ante la embajada de la república islámica en octubre y charlas en los barrios de Cartagena.
Como bien es sabido, la República Islámica de Irán no destaca precisamente por respetar los derechos humanos. Miles de personas son encarceladas e incluso torturadas por pensar diferente. Incluso nimiedades como que una mujer coma helado en público pueden ser motivo de persecución.
No obstante, muchas veces se nos olvida que detrás de las cifras hay humanos con nombre y apellido. Es decir, el régimen ejecutó a 132 personas en 2021. Sin embargo, cada una de las víctimas se convierte en un número más en el informe de la ong de turno. Por ello la exposión visibiliza casos como el de Yasaman Aryani. Un cartel de 40x90 con su rostro en el sexto piso del edificio de posgrado de la UAC cuenta que fue acusada de propaganda contra el estado y de fomentar la inmoralidad. También menciona que el sistema judicial la condenó a nueve años y medio de prisión.
Ali Younesi, estudiante de 20 años condenado a 16 años de prisión/Fuente propia
Sin embargo, también nos explica que fue detenida por aparecer en un vídeo entregando flores en el metro durante el día Internacional de mujer. Otro ejemplo es el de Heydar Ghorbani, un obrero de la construcción kurdo que realizaba actividad sindical. Fue acusado de pertenecer a organización ilegal y de promover una "rebelión armada". Murió ahorcado en secreto en diciembre de 2021.
Son tan solo dos de los 20 carteles que ejemplifican algunos de los miles de casos de personas que sufren por discernir con un régimen en el que una élite de clérigos controla todos los aspectos de la economía, la política y la vida social. Después de recorrer los veinte carteles los asistentes pudieron pasar a la enorme sala de eventos. En aquel lugar fue donde la profesora e investigadora María Camila Villamizar dio la conferencia central sobre la situación de los derechos humanos en Irán.
Atena Daemi, condenada a 7 años de cárcel y 74 latigazos por repartir panfletos contra la pena de muerte/Fuente: Propia
Divulgando para concienciar
Es economista de formación y doctora en historia. Imparte clases en la Universidad Nacional en Bogotá y acudió a Barranquilla como parte de la representación colombiana de la campaña mencionada. Su ponencia se centró en los motivos que llevaron a los iraníes a protestar ya que "la gente no está en la calle por un mechón de pelo". El enriquecimiento de una élite política y religiosa desconectada de las bases que somete a las mujeres y a las minorías étnicas (algo más de la mitad de los iraníes pertenecen a una) es un motivo de peso.
Además, cabe recordar que Irán invierte cantidades ingentes de recursos en sus ejércitos para expandir su influencia en la región mediante guerras en Oriente Medio. Sí, ejércitos en plural. El ayatolá (líder supremo religioso de país) Jomeini creó un segundo ejército tras la revolución islámica de 1979. Su objetivo fue tener a su disposición una Guardia Revolucionaria Islámica de guerreros ultrarreligiosos leales a su nueva república islámica ante la desconfianza de un levantamiento del anterior ejército. Puede recordar un poco al concepto de los Jedi en Star Wars.
María Camila Villamizar, doctora en historia y docente en la Universidad Nacional/Fuente: Propia
¿Cómo se llegó a esta situación?
La ponente continuó con un repaso de la historia del país para entender cómo hemos llegado a esta situación. En resumen, Estados Unidos derrocó al gobernante del país para poner un monarca (con el título de Sha) que le dejase extraer el petróleo de los yacimientos. El sha trató de "occidentalizar" sin éxito a una población cada vez más sumida en la pobreza. Los clérigos se aprovecharon del descontento y ganaron influencia en un país donde la represión política era el pan de cada día.
Finalmente, el sha abandonó el país tras una ola de protestas en 1979 y los fundamentalistas islámicos capitalizaron el poder purgando a los demás revolucionarios de otras corrientes. Sus primeros pasos fueron aprobar el matrimonio infantil y decretar el velo obligatorio. Crearon un estado vigilante y militarizado que superó la crueldad del régimen anterior al castigar a cualquier persona que se saliera lo más mínimo de su visión más radical de la religión. Además, el descontento ha crecido en los últimos años al deteriorarse una economía aislada del mundo y castigada por la inflación. La represión también se ha acrecentado.
Cartel de presentación de la campaña "Burn the Cage"/Fuente: propia
Se rompió el cristal
Sin embargo, Villamizar destaca que se han producido varios cambios irreversibles en la sociedad. Ya se ha roto la idea de que los líderes representan a Dios en la tierra. De hecho, hemos visto imágenes de niñas pisoteando imágenes del ayatolá. Además, la gente ha perdido la fe en las elecciones fraudulentas que no cambian nada. El estado autoritario ni siquiera puede garantizarles seguridad económica y el índice de pobreza ya supera el 60%. Por otra parte, también se resquebrajó la idea del etnocentrismo persa (grupo mayoritario cuya lengua es oficial).
No obstante, el cambio más llamativo es que los iraníes cada vez aceptan más la importancia de la participación de la mujer. Ya está en la cabeza de millones de mujeres que no tiene sentido continuar relegadas al papel de "segundo sexo". Por lo tanto, los cambios de mentalidad ya se están produciendo y son irreversibles. Queda por ver si se forma una masa crítica que lleve a cambios inmediatos o si, por el contrario, falta articular una oposición política bien organizada con vistas a medio-largo plazo.
La ponente acabó pidiendo el fin de las sanciones de Estados Unidos ya que condenan a la pobreza a millones de iraníes. Es decir, sufren los de abajo mientras los gobernantes mantienen su opulento nivel de vida. El grupo de organizadoras presentará la misma exposición en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia en Puerto Colombia y en la universidad del Atlántico durante la semana del 23 de noviembre. También están comprobando si alcanzan a hacerla en la CUC antes de que llegue Carnaval. Esperemos que la situación de los presos políticos mejore de aquí a esa fecha.
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