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Guía para bucear en las islas de San Bernardo

Llegar a Coveñas desde Barranquilla te sale por 60.000 en Expresó Brasilia. Ahora bien, debes tener cuidado y escoger la ruta adecuada. Si tu bus bordea la costa y pasa por Cartagena el trayecto será aproximadamente de 4 horas.


Por el contrario, si llega a Sincelejo por el interior atravesando pueblos como San Jacinto, El Carmen de Bolívar y Corozal te puedes demorar hasta 8 horas. Esta segunda opción fue por la que optó el incauto redactor de esta nota. Se apresuró en salir en el primer vehículo sin preguntar antes la ruta.


El tiempo no era el mejor. No obstante, esto no perjudicó en exceso la visibilidad bajo el agua/ Fuente: propia


Aguantó múltiples horas de vallenato en los altavoces, vendedores que entraban al bus, predicadores y hasta niños vomitando. Incluso tuvo que cambiar de bus en Sincelejo para llegar a su destino final.


Una vez dentro de Tolú no existen problemad con la movilidad ya que el municipio de pequeño y recogido. Todo queda cerca. Además, puedes llegar sin haber reservado alojamiento. Basta con preguntar por los hostales ubicados entre la plaza principal y el mar.


¿Dónde quedarse?


Uno de ellos se llama Diamar y ofrece habitaciones individuales desde 40.000 pesos. El personal es muy amable y la estructura te será familiar por películas como "Psicosis". Recuerda un poco al clásico hotel estadounidense de carretera en el que todas las habitaciones comparten un pasillo a un lado del patio.


Habitaciones del hostal Darimar/Fuente: propia


¿Dónde comer?


A dos cuadras de esta, si vamos hacia el centro por la misma calle, encontramos "Los Arrieros". Se trata de un restaurante que abrió sus puertas hace cinco años. Diego Martínez, el dueño del negocio, nos confirmó que la evolución de su restaurante ha sido positiva a pesar de la pandemia ya que ha crecido algo.


Este hombre es un paisa cuya amabilidad, al igual que la del resto del personal, destaca enormemente. El redactor se alimentó tras su larguísima travesía a base de un corrientazo de sopa, frijoles, arroz, carne sudada y limonada. Para acabar, le consintieron con un tinto


Corrientazo por 10.000 pesos en Los Arrieros/Fuente: propia


Es más, el incauto periodista salió del lugar sin pagar los 10.000 pesos que cuesta el menú y cuando volvió con el dinero lo recibieron sin reproches.


Por la noche puedes disfrutar de la vida nocturna, que se concentra en la carrera 2. Está, repleta de billares, bares y discotecas también cuenta con jóvenes que te llevan en un bicicarro con luces y música. Para no demorarte en la mesa puedes cenar un perro y dos chuzos gastando a partir de 11.000.


¿Dónde bucear?


No obstante, recomendamos descansar bien y evitar la rumba si tu plan es bucear. La mejor opción con la que cuentas es reservar dos inmersiones en las islas de San Bernardo con Coveñas Diving Co. La experiencia cuesta 320.000 e incluye almuerzo en Tintipán con vistas a Santa Cruz del Islote y Múcura.

Lancha de camino a Tintipán/ Fuente: propia


Primero te recogen en el muelle del pueblo y te llevan hasta Tintipán en un paseo en lancha de alrededor de una hora. Allá te entregan cogen el equipo para llevarlo a la chalupa y te dan indicaciones técnicas en función de tu experiengia bajo el mar. Aceptan tanto a primerizos como a buzos certificados.


Una vez partes, la primera parada es en un arrecife a 13 metros. Cuenta con multitud de especies de peces de múltiples colores. Uno de los más curiosos es el lenguado y vive en el fondo.


"Astronautas" por un día


No obstante, el buzo debe cuidar no tocar nada del entorno. Su misión es flotar, como si de un astronauta se tratara, por encima del arrecife. Este símil resulta muy acertado, ya que el fondo marino parece otro planeta. Sus reglas difieren de las terrestres y es el único lugar donde el humano puede "volar" sin avión o helicóptero.




Inmersión de buceo/Fuente: Coveñas Diving Co.


La profundidad de la segunda inmersión alcanzó los 17 metros. En el suelo, bastante más arenoso, puedes toparte con rallas de gran tamaño. Nosotros la encontramos bajo la arena esperando a su presa. Tan solo apreciamos los ojos y la cola.

Esta segunda fue más fría debido a la lluvia y duró un poquito menos. Los brazos se nos entumecían en el arenoso camino entre arrecifes. Subimos, tras la parada de seguridad pertinente, y llegamos al barco. El buzo debe acostumbrar su cuerpo a los cambios de presión. Si sube de golpe, sus pulmones pueden expandirse de golpe causando lesiones internas.


Regresamos a Tolú tras el almuerzo y la charla con los compañeros e instructores de la experiencia. Para acabar, mencionamos la regla de oro de todo submarinista: no coger un avión en 24 horas. Cuando estamos en la superficie expulsamos el nitrógeno del aire a través de la piel. Sin embargo, bajo el agua este no puede escapar.


Entonces solo echamos dióxido de carbono mientras el nitrógeno se acumula en nuestros regidos. En el caso de volar, la baja presión hará que las burbujas de este gas en los tejidos se expandan causando así muy serios dolores. Pueden llegar a costar la vida al buzo. Por lo tanto, conviene regresar un día más tarde o viajar por vía terrestre.


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