De acuerdo con datos revelados por el Ministerio de Salud, en Colombia, el 44,7% de los niños y niñas presentan indicios de afectaciones en su salud mental.
La semana pasada, la Universidad del Atlántico vivió un momento trágico y de conmoción, luego de que uno de sus estudiantes cayera desde el sexto piso de las instalaciones del campus. Esta dramática decisión fue anunciada previamente en un grupo de WhatsApp de la universidad, donde dejó un mensaje que ahora resuena como un lamento doloroso sobre la falta de apoyo en temas de salud mental.
Este suceso subraya una realidad inquietante: la creciente crisis de salud mental entre los jóvenes. De acuerdo con datos revelados por el Ministerio de Salud, en Colombia, el 44,7% de los niños y niñas presentan indicios de afectaciones en su salud mental, una cifra que refleja una problemática global, con 168 millones de menores afectados en todo el mundo.
“Si no atendemos la salud mental de los niños, niñas y adolescentes, desmejoramos su capacidad de aprender, trabajar, establecer relaciones significativas y hacer contribuciones al mundo”, aseguró Tanya Chapuisat, representante de UNICEF Colombia. “La salud mental no se comprende adecuadamente. Para UNICEF es un estado positivo de bienestar que permite a los niños, niñas y adolescentes construir su futuro con más seguridad y confianza”.
Según el Ministerio de Salud, una cantidad significativa de la población infantil y juvenil en Colombia, que abarca desde los 6 hasta los 24 años, muestra señales de problemas mentales. La cifra de suicidios en menores también es preocupante: en 2023 se registraron 230 casos, y en el primer trimestre de 2024 ya se han reportado 140.
Las causas de estos episodios trágicos son multifacéticas, incluyendo la violencia en el entorno familiar, el conflicto armado, el acoso escolar y el consumo de sustancias psicoactivas, entre otros factores.
Fortalecer la salud mental
En un contexto marcado por un creciente número de tragedias relacionadas con la salud mental, la psicóloga Maribel Orozco, directora de la Fundación Juntos por la Vida, Abrazando Esperanza, se ha convertido en una voz clave en la lucha por un cambio urgente. En entrevista con RegionCaribe.org, Orozco subrayó la necesidad imperiosa de integrar el apoyo emocional y psicológico en el núcleo de la vida escolar y familiar para enfrentar la crisis de salud mental que afecta a los jóvenes.
Orozco no se limita a señalar el problema; su llamado a la acción es claro y contundente. La psicóloga enfatiza que la intervención temprana es crucial. “Debemos intervenir de una manera temprana a las personas, sensibilizar no solamente en el campo de la salud mental, se debe sensibilizar a la comunidad, iglesias, colegios y a todo lo que atañe a una sociedad”, afirmó con determinación.
Este enfoque integral, según Orozco, no solo debe centrarse en las personas afectadas, sino que debe involucrar a toda la comunidad en un esfuerzo colaborativo para crear un entorno de apoyo y comprensión.
Orozco comparte una perspectiva profundamente inquietante sobre cómo la falta de propósito y apoyo puede llevar a situaciones extremas. “Si esta vida no la manejamos con un propósito, la tristeza y la depresión te arrebata el deseo de vivir, contemplando como único fin el suicidio”, advirtió. Estas palabras no solo reflejan la gravedad del problema, sino también la urgencia de un enfoque más proactivo y preventivo en la salud mental.
El testimonio de Orozco resuena en un momento crítico, cuando la necesidad de un cambio estructural en cómo abordamos la salud mental es más evidente que nunca. La integración de apoyo emocional y psicológico en los ámbitos escolar y familiar no debe ser vista como una opción, sino como una necesidad básica para el bienestar y desarrollo de los jóvenes.
“Estamos haciendo una serie de campañas, sensibilizando a las personas, alzando la voz y diciendo que aquí estamos”, precisa la experta, quien estará realizando un foro en la Universidad Simón Bolívar y charlas en las Iglesias, en el marco del día internacional de la prevención del suicidio.
La visión de Orozco destaca la necesidad de un compromiso colectivo para cambiar la narrativa en torno a la salud mental, asegurando que cada joven tenga las herramientas y el respaldo necesario para enfrentar sus desafíos con esperanza y resiliencia. La acción es urgente, y el momento de actuar es ahora.
Commentaires