El gaitero atlanticense, nacido en Tubará, falleció a los 100 años. Su legado de gaita inspiró a nuevas generaciones y a pesar de su paso lento, con la compañía de gestores continuaba presentandose en festivales, como también lanzó una discografía músical.
Evaristo mantenía su sonrisa constante, su palabra con voz cansada no paraba de contar historias y detalles sobre lo que se le preguntaba. Con el acompañamiento de gestores y artistas de la nueva generación se logró construir un respeto por las sonoridades ancestrales de la gaita en el Atlántico que mantenían una memoria de la tradición.
Evaristo, nacido en Tubará en el año 1920, fue inspiración para la nueva generación de músicos que lo reconocieron en vida como un referente cultural y memoria de la tradición de las músicas de gaita en el Atlántico y el Caribe colombiano.
En 2017 lanzó su producción musical titulada ‘La Gaita de los Hermanos Mendoza: los sones ancestrales Mokaná’, un trabajo discográfico que es memoria sonora de los ritmos ancestrales de la gaita en el Atlántico y evidencia del talento inagotable de Evaristo Mendoza. Su gran sueño, según relató en vida, es que su memoria y la gaita se mantenga viva en las nuevas generaciones de Tubará y el Atlántico.
A principios del mes de marzo, el gaitero realizó su última entrevista con el equipo de la Secretaría de Cultura y Patrimonio del Atlántico, en la que contó su historia, tocó la gaita y fue homenajeado con motivo del cumpleaños de Tubará y el Día del Hombre.
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