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Las extorsiones y las amenazas a los propietarios de locales comerciales y a los tenderos se han convertido en un problema frecuente en gran parte del departamento del Atlántico. Según cifras de la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco), cerca de 200 tiendas han tenido que cerrar sus puertas en Barranquilla y su área metropolitana en los últimos tres años a causa de la inseguridad.
Por: Paul Padilla Vergara
Panadería Rocapan. Fotografía: Paul Padilla Vergara
Estela Beltrán, quien es administradora de la panadería Rocapan ubicada en la calle 66 con carrera 65-esquina en Barranquilla manifiesta que pese a no haber sido víctimas de atracos o extorsiones recientemente, no se sienten seguros ante la ola de inseguridad, ni siquiera teniendo un CAI de la Policía Nacional cruzando la calle.
“Notamos que alrededor, incluso en la esquina del parque Cisneros donde está el CAI y a una cuadra que está el cajero hay atracos, cambios de tarjetas y muchas cosas más, por acá sucede de todo”. Uno ve a los policías solos o chateando y cuando quieren reaccionar si pasa algo ya el atracador se fue”.
“Aquí no hemos sufrido atracos, pero por lo demás prefiero no hablar concretamente porque muchas veces denunciar no sirve de mucho, el propio Gaula de la Policía está involucrado y el que sale perjudicado es uno si habla. A pesar de que estamos afiliados a Undeco no nos sentimos del todo seguros”. Concluyó la comerciante.
Por otra parte, el directivo de Undeco en el departamento del Atlántico Orlando Jiménez afirmó que esta problemática no es nueva, pero que sí ha ganado mucha fuerza después del paso de la pandemia del COVID-19.
“Las llamadas extorsivas no se han detenido, así como el envío de panfletos, mensajes de texto, mensajes por vía WhatsApp, disparos a los establecimientos de comercio y a sus colaboradores”.
Jiménez concluyó afirmando que cerca del 80% de los comerciantes que sufren extorsiones no presentan la respectiva denuncia ante las autoridades.
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