Evidenciamos numerosos avances en el proyecto de la Ciénaga de Mallorquín: directora de Adaptia

Yani Aranguren, directora del centro de investigación Adaptia, reconoció el avance y la proyección del programa del Ecoparque que viene desarrollando la Alcaldía del Distrito de Barranquilla.

Funcionarios de la Alcaldía de Barranquilla socializaron con representantes de los centros de Investigaciones en Ciencias de la Vida -CICV y de Innovación en Cambio Climático y Biodiversidad, Adaptia, los avances del proyecto del ecoparque de la Ciénaga de Mallorquín.

José Rafael Consuegra Machado, Representante Legal de Unisimón, reiteró el interés de brindar todo el apoyo académico y científico para que el centro de investigación que se ubicará en el ecoparque de Mallorquín, cumpla con el propósito de aportar al trabajo en campo sobre biodiversidad, medioambiente y ciencias marinas.

“Tenemos una gran sinergia entre la alcaldía de Barranquilla y la Universidad para este gran proyecto por lo que ponemos toda nuestra capacidad para poder impactar en las necesidades de este en términos de medio ambiente, ciencia, salud pública y proyectos sociales que lo lleven a tener una permanencia larga en el tiempo para los barranquilleros”, puntualizó Consuegra Machado”.

Yani Aranguren, directora del centro de investigación Adaptia, reconoció el avance y la proyección del programa en la Ciénaga de Mallorquín que viene desarrollando la Alcaldía del Distrito de Barranquilla desde el punto de vista ambiental, turístico y social. “Podemos ver cómo la alcaldía en su proyecto de biodiverciudad se ha comprometido para la recuperación de la Ciénaga de Mallorquín desde el punto de vista ambiental y social y hemos evidenciado numerosos avances”.

Por su parte la investigadora de Adaptia, María Auxiliadora Iglesias, informó que en la actualidad se viene ejecutando un proyecto en el ecoparque, llamado “Ecosistemas Marinos” que tiene como objetivo aumentar la tolerancia a la salinidad y a la sequía en los suelos, aprovechando los microorganismos que ofrece la Ciénaga de Mallorquín “para diseñar una tecnología que nos permita aumentar la calidad de los suelos y que haya una mayor producción y mayor resistencia a la salinidad apostando directamente a los efectos del cambio climático que indican unas temporadas largas de sequía en los próximos años”.