Jóvenes que atraviesan la educación superior, niños estudiantes de primaria, adolescentes de secundaria y bachillerato. Cada uno de ellos, vive desde sus casas un verdadero reto.
María Pertuz, cursa cuarto semestre de Licenciatura en Biología y Química, en la Universidad del Atlántico, institución que ayer inició su jornada académica correspondiente al 2020-01 de manera virtual debido a los protocolos de seguridad atendidos por la pandemia del Coronavirus; sin embargo, ella solo ha completado un día de clases y ya quiere que todo acabe.
“En mi casa no hay internet, no tenemos la disponibilidad económica para adquirir un buen servicio; y con todo esto de las clases virtuales me ha tocado ir hasta la casa de una amiga y estar allá desde las 9am hasta las 8pm” afirma María, quien respondiendo con sus estudios se expone a un posible contagio.
Por cuestiones económicas, María no tiene acceso al internet, pero que sucede con los jóvenes que viven en las zonas rurales de Colombia, Según lo planteado por el Gobierno actual en su Plan Nacional de Desarrollo (PND), para el 2022, al menos el 70 % de la población (31,8 millones) deberá tener acceso al internet de banda ancha de calidad.
Hasta la mitad del año del 2019 según MinTic, cerca de 21,7 millones de personas tenían acceso a internet, y más 23,8 millones de colombianos no contaban con este beneficio, por su ubicación geográfica y su situación socioeconómica; convirtiéndose, hoy, en el principal obstáculo para continuación de las clases.
“En la primera clase la plataforma digital no funcionaba, estaba caída; para poder hacer los ejercicios fue un desafío porque colapsó y nadie podía entrar” añade Pertuz.
Un verdadero reto al que se enfrenta la nueva Ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Karen Abudinen quien tendrá el desafío de ampliar la conectividad en zonas rurales de Colombia, iniciar el despliegue de las redes 5G y avanzar en la digitalización del país.
Exceso de tareas
Según el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la pontifica Universidad Javeriana, aproximadamente, el 63% de los estudiantes en educación media de colegios públicos de Colombia no tiene acceso a Internet ni computador en su hogar, sin embargo; padres de familia denuncia excesos de compromisos a niños de primaria y secundaria.
“Soy yo, quien parece estar dando clases, son muchos los compromisos que le dan a mi hija de 6 años; grabar videos, transcribir documentos y realizar talleres larguísimos, vivo con un cansancio” expresa Alix, una madre que aparte de ayudar con los compromisos a su hija, debe responder por el quehacer en su hogar.
Algo parecido le sucede a Sharon, estudiante de décimo grado, quien asegura, metafóricamente, no tener vida, pues son muchas las tareas asignadas por los docentes “Yo tenía la jornada de la mañana, pero ya parece que ahora con la pandemia tengo clases todo el día”.
Un panorama nada alentador para quienes ven en el estudio un sacrificio en medio del estrés y la ansiedad generada por el Coronavirus.
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