La comida a base de yuca es otro placer terrenal para la gente del Caribe y de Colombia, de ella podemos disfrutar preparaciones como la carimañola, bollo y enyucado, sin embargo de este tubérculo tropical nacen otras creaciones culinarias, como el cheesecake de yuca, hayacas de yuca, arroz de hoja de yuca, pan de yuca tradicional y hasta mojito de yuca.
En el territorio del bosque seco tropical del departamento del Atlántico, se encuentra Caracolí, un corregimiento del municipio de Malambo, ubicado a 20 minutos del aeropuerto de Barranquilla, uno de los tantos pueblos aledaños al gran río Magdalena. Aproximadamente 350 campesinos de este territorio se dedican al cultivo de la yuca en este pueblo, significando para ellos una de las principales fuentes de economía y alimento.
En este pueblo, se lleva a cabo el Festival Enyucate en el mes de junio, en el cual matronas, campesinos, músicos y gestores culturales se preparan para la venta de las variedades que nacen de este cultivo.
“Es un proyecto que nace del corazón de un territorio que quiere desde su biocultura ser reconocido, tener la oportunidad de progresar. Caracolí es una tierra de gente bonita, de gente amable, que abriga”
Comentó la directora del ‘Festival Ruta Enyúcate’, Dominga Miranda
40 matronas son las protagonistas de este festival que se realizará en la Plaza Santander Zarache el 9 de junio, el cual cuenta una programación cultural con conversatorios y presentaciones en vivo de música tradicional. Sin olvidar a los agricultores quienes ponen la piel bajo el caliente sol de esta latitud terrenal para que muchos en las ciudades disfrutemos en la esquina del barrio una carimañola de queso bien frita.
Según datos del Ministerio de Agricultura, la yuca es el quinto bien agrícola que más se produce en el país, después de la caña panelera, el plátano, la papa y el arroz. En Colombia se cultiva yuca en los 32 departamentos, sin embargo es preponderante en la Costa Atlántica, los llanos y el Cauca.
“Apoyar desde nuestras posibilidades que el cultivador sea mas visible y que pongamos un poco el ojo en el hecho de la seguridad y soberanía alimentaria. Queremos que ellos mismos el dia de la agenda sean quienes hablen del porqué debemos apoyar a los pequeños cultivadores para vernos beneficiados en una seguridad alimentaria para nuestro territorio”
Comentó la directora del ‘Festival Ruta Enyúcate’, Dominga Miranda
El evento es realizado por la Fundación Es Miranda Perez, la cual apoya al grupo de matronas Bocados de Tradición y busca la salvaguarda del patrimonio inmaterial a través de la gastronomía.
La Gobernación del Atlántico, a través de la Secretaría de Cultura y Patrimonio, incluye este festival en la ruta de fiestas municipales a las que respalda con su apoyo; como parte del eje de sostenibilidad social del plan de desarrollo ‘Atlántico para el mundo’ de la administración del gobernador Verano.
Matronas Bocados de Tradición
Eydis Pedraza, matrona heredera Doris Padilla, una de las 40 matronas que forman parte de la fundación ‘Bocados de Tradición’, cuenta que es hija de agricultores, creció en Caracolí en medio de los campos de su abuelo, donde la yuca, el manjar de cada día acompañado de café con leche, era su desayuno favorito antes de ir al colegio.
“Agradecemos a Dios por este regalo del cielo ¡la yuca es nuestro ‘oro blanco’! nuestro medio de vida, y no fue en vano la enseñanza de nuestros abuelos. Ya mis fogones están encendidos, esperando con ansias este fin de semana para hacer que los asistentes se olviden de la dieta y se chupen los dedos”, expresó Doris.
Leydis tiene 34 años, es heredera de su abuela matrona quien preparaba bollos de yuca que su abuelo sacaba de Caracoli por burro, aprendió a cocinar dquien estuvo en disposición de enseñarle a ella y sus hermanos, recordando que en las labores de la preparación siempre sacaban un pedazo de masa para ellos y así ir aprendiendo.
“Cuando nosotros estábamos pequeños mi abuelo no nos colocaba un pedacito de yuca para que nosotros fuéramos Ayudando para que no la fuéramos a bañar Entonces y ellos hacían su masa y cada quien metía su mano y nos regañaban. Entonces nos acaban un poquito de masa y hacíamos unos bollitos de yuca pequeños y lo echamos en la sopa o donde estaban haciendo el sancocho de los trabajadores”
9 meses es el tiempo que se toma la yuca para ser recogida y sacada de la tierra, en la temporada de lluvia el cultivo de yuca se ve afectada debido a que este tubérculo por ser una raíz crece en terreno arenoso y seco, produciendo lo que se llama popularmente la “yuca ahogá”, por lo que este cultivo se recoge antes de la temporada humeda para vender ya sea para el menudeo que es para el consumo y comercio popular o para comercializar con empresas que elaboran harinas o diferentes productos a base de esta, dependiendo del tipo de yuca que haya salido.
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