Se suele creer que la depresión es uno de los principales causantes de los hechos de violencia. Sin embargo, una profesional nos explica que esto no es así y cuáles son los verdaderos factores que influyen en estos comportamientos.
Durante los últimos días ha sido recurrente ver escenarios en que los niños han resultado victimas de agresiones cometidas por sus padres, que incluso han terminado en muerte. Este tipo de comportamientos generan repudio en medio de la sociedad y dudas sobre lo qué realmente motiva a estas personas a cometer estos actos violentos.
De acuerdo con María Eugenia Reatiga, psicóloga clínica, docente y psicoterapeuta, lo que principalmente puede desencadenar estas escenas es que inicialmente exista mucha violencia al interior de los padres y que hayan ciertas perturbaciones.
"En Colombia de acuerdo con el Inventario de Experiencias Traumáticas en la Infancia, el 95% de la población que participó en dicho estudio manifestó haber tenido traumas en su niñez y eso se relaciona con la violencia que manejamos en Colombia", afirmó la profesional en diálogo con #REGIONCARIBEORG.
Así mismo, Reatiga, explicó que todo padre violento que no respete la personalidad del niño y que no lo ame lo más probable es que le haga daño. "Hay muchas maneras de hacerlo, unas más evidentes que implican golpes, maltrato físico, explotación del niño y sus capacidades hasta otras más silenciosas como ignorarlo, desconocerlo, no ser amoroso y no respetar sus derechos básicos".
Homicidios
Una de las escenas más difíciles de comprender, es cómo las personas que trajeron al mundo a otra pueden al mismo tiempo terminar con ella sin tener el derecho para hacerlo. Ver que le arrebatan la vida a un niño es sin duda algo que nos estremece y nos lleva a pensar ¿Qué ocurre con aquellas personas capaces de cometer un hecho tan atroz?
"La mayoría de las veces en donde un padre acaba con la vida de un hijo es porque hay una perturbación fuerte; una psicosis la mayoría de las veces. Pero también quiero dejar claro que muchas veces las psicosis no son como las pintan. Hay muchas personas que llevan una vida aparentemente funcional y sin embargo, una condición exterior, de mucha dificultad como la quiebra económica o como fue la cuarentena, por ejemplo, pueden movilizar y exacerbar eso", explica la psicóloga.
En la gran mayoría de casos en los que se ven involucrados menores de edad en temas relacionados a hechos violentos, la depresión sale a relucir como uno de los motivantes más comunes que conllevarían a que una persona pueda cometer actos graves de manera "inconsciente".
Sin embargo, la docente de la Universidad del Norte, asegura que las personas que sufren de depresión no son muy dadas a violentar a otros, ya que por lo general es un problema que conlleva a que la persona se haga daño a sí misma, debido a que la estructura básica de la depresión es mucho odio y hostilidad hacia sí mismo.
Consecuencias de la violencia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia contra los niños afecta a lo largo de toda la vida, en su salud, su bienestar y en los de sus familias, comunidades y países.
Entre las consecuencias a largo plazo más destacadas se encuentran defunciones, lesiones graves, trastornos del desarrollo del cerebro y del sistema nervioso, estrategias negativas de respuesta y conductas de riesgo para la salud, embarazos no deseados y numerosas enfermedades no transmisibles cuando alcanzan la edad adulta.
"La violencia tiene efectos devastadores en toda la personalidad y de por vida. Cuanto más temprano y más persistentes son más dañinos. Hay toda una lista de situaciones traumáticas como la pérdida de los padres, el abandono, la pobreza, abusos, el desplazamiento, todas esas son experiencias dolorosas que marcan la vida de la persona para toda la vida", afirma Reatiga.
Sin embargo, señala que lo importante para esas personas que sufrieron mucho durante su infancia, es entender que "no están destinadas a repetir la historia, que pueden llorar, curar sus heridas y pensar en construir una familia y unos vínculos diferentes".
Por otra parte, hay que tener en cuenta ciertas señales en los niños con las cuales se puede identificar que están siendo violentados y alertarnos sobre si necesitan ayuda para salir de esa situación
"Hay signos clínicos como un niño que se ve triste, se come las uñas, ansioso, no duerme bien, no va contento al colegio, se orina en la cama porque no tiene control de esfínteres, la pérdida del cabello. Todo eso son indicadores de que el niño probablemente esté manejando sufrimiento y mucha presión".
Es importante que los padres o las personas que identifiquen que los niños están mostrando estos signos, pidan ayuda profesional para dar un manejo a tiempo y prevenir que los actos de violencia terminen con resultados lamentables. Así mismo, desde la educación también se puede brindar acompañamiento a los niños y sus familiares, para superar momentos difíciles que se puedan presentar en los hogares.
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