Las constantes violaciones a los derechos humanos, han generado desconfianza en la institución y la sociedad reclama una reforma urgente a la Policía.
Es notable que la credibilidad por parte de la ciudadanía hacia la Policía como institución, es prácticamente nula. El uso excesivo e innecesario de la fuerza en medio de sus procedimientos, han puesto en tela de juicio su compromiso por velar por la seguridad ciudadana.
Tras la muerte del abogado Javier Ordóñez, en la capital del país, luego de un operativo en el que dos policías habrían utilizado una pistola eléctrica táser en su contra de manera abusiva y sin atender a su llamado de auxilio, son múltiples las manifestaciones que se han desencadenado en el país, alzando una voz de protesta en contra de estos actos que violan por completo los derechos humanos.
Ante esta problemática, en #RegiónCaribe consultamos con Luis Trejos, profesor e investigador académico, sobre el por qué de estos hechos desafortunados, que mantiene indignados a una gran parte de la población colombiana.
"Lo ocurrido en días recientes pone sobre la mesa varios debates aplazados, el primero es la formación en Derechos Humanos que reciben los miembros de la Policía ya que en la práctica esa formación no se ve reflejada en todos los procedimientos que realizan o en las interacciones con los ciudadanos. El respeto irrestricto de la Constitución y la ley no debe percibirse como un obstáculo o dificultad en el cumplimiento de sus funciones, especialmente en los contextos de movilización social".
Esto afirma el académico Trejos, quien además añade que "es necesario que la Policía recupere urgentemente su espíritu civil. Para esto se requiere que salga del Ministerio de Defensa y sus miembros sean juzgados por la jurisdicción ordinaria y se refuerce su formación en DDHH, trato con la ciudadanía y Resolución de conflictos".
Es importante destacar, que lastimosamente el caso del abogado Ordóñez, no es el único en el que se evidencia un abuso de autoridad, en el que la fuerza pública se ha visto involucrada; no ha sido el primero y quisiéramos pensar que será el último, muchos se preguntan entonces si será que ¿dentro de la institución existe una cultura de rechazo por los derechos humanos?
Ante este interrogante, el profesor Luis Trejos, asegura lo siguiente: "no creo que sea una cultura de rechazo, pero si de incomodidad que puede deberse entre otras cosas a la histórica cercanía y dependencia del estamento militar que han interiorizado la visión del enemigo interno y el hecho de que la ruta de denuncia no sea expedita, puede servir como incentivo para que algunos miembros de la Policía abusen de su poder".
La sociedad reclama una reforma urgente a la Policía como institución. Amenazas, extorsiones, uso indiscriminado de la fuerza y de armas, han sembrado desconfianza y hasta temor en quienes se supone deberían transmitir seguridad y hasta incredulidad en el mismo Estado, a quienes parece les ha faltado mano dura para castigar a criminales que se escudan bajo un uniforme, que no merecen portar.
Y no sería la primera vez que se trae a colación esa necesidad de intervenir a la Policía y sus formas de proceder. El tema parece un caramelo repetido, cada vez que sucede uno de estos actos que denigra a la sociedad y a la misma humanidad.
Finalmente, Luis Trejos, considera que es necesario y urgente que se adelante una reforma estructural de la Policía, que vaya desde sus procesos de selección para el ingreso, pasando por su doctrina (muy dispersa) y termine en su vinculación al Ministerio del Interior y la eliminación de su fuero especial.
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