Esta actividad, liderada por Carnaval SAS, ayuda a los niños de Barranquilla a guardar el patrimonio de la fiesta más grande de Colombia.
Foto: Alejandro Matías.
Alguien diría que los niños no entienden mucho de cultura. Pero, cuando se trata de Carnaval, ellos captan mucho más de lo que parece por todas las muecas, bailes y, sobretodo, la alegría que irradia una cumbiambera (o cuambiambero) cuando se ve.
En el Viaje del Carnaval, los menores tercero, cuarto y quinto grado de las Instituciones Educativas de Las Malvinas y Hogar Mariano gozaron de un acto que muestra la historia de la fiesta más grande de Colombia desde sus inicios en Grecia hasta llegar a la ciudad que hoy conocemos como Barranquilla, en una jocosa maquina del tiempo llamada el 'Millo Movil', que tiene la cara blanca y mejillas rojas de un Congo en su frontal.
Eran cinco los personajes: Toño sabrosura, quien toca los instrumentos como guitarra tambora y guache para transportar a los niños a las épocas musicales; Juancho tambó, músico apasionado por el folclor y la música tradicional para conectar a las nuevas generaciones con la música tradicional; Lucho Millo, defensor del Carnaval su instrumento; Joselito carnaval, durmió durante un año y solo lo despierta la música; y Juanita la cumbiambera de pelo rizado, que conoce el origen del carnaval, alegre, recochera, le encanta bailar y cantar.
Al ver los colores de la bailarina, como en las mejores épocas de Cartagena, de tez morena resulta en su imaginario la representación del sabor y sus rizos invita a mover al mejor ritmo sus caderas.
Foto: Alejandro Matías.
Hubo un momento que un muchacho delgado, con piel morena caramelo, bailó al ritmo del tambó y el alegre, el coqueteo de las caderas de su pareja casi lo hizo levitar porque eso es lo que produce el Carnaval, una pérdida de sentido en el que no importa el que dirán, como bailas o como vistes, olvidando que es martes de Joselito Carnaval y al día siguiente deberá entregarse a 40 días donde prometerá con la ceniza en la frente que esos placeres tendrán que esperar por un año.
Los menores entendieron mucho más de la cultura barranquillera. Sin decir muchas palabras, solo con un buen baile, la alegría y la emoción del Carnaval, entendieron todo.
¿Para qué esperar los cuatro días de fiesta en febrero 2020? Si con estas actividades lideradas por Carnaval SA, los menores pueden vivir la fiesta más grande Colombia por milenios.
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