En los diferentes pueblos indígenas del Caribe, la mujer cumple una función de preservar la cultura y las prácticas, sin embargo en con el tiempo también se han dedicado a la defensa de los derechos de sus comunidad. Estas dos mujeres mokaná y wayúu lideran procesos de manera intelectual y social y nos hablan de cómo aportan a esos procesos.
Las mujeres indígenas compartieron a través de círculos de la palabra del “Encuentro de Arte y comunicación Indigena” desarrollado por la Organización Nacional Indígena que tuvo lugar en Barranquilla.
Estercilia Simanca, wayúu del clan Pushaina, también conocida como Teeya, es escritora, diseñadora textil y abogada. Nació en la ranchería El Paraíso, que forma parte del resguardo Caicemapa, ubicado en la baja Guajira.
Uno de sus libros se denomina “Manifiesta no saber firmar. Nacido: 31 de diciembre”, en donde plasma a manera de sátira y personal las experiencias de choque intercultural de la wayúu y los arijuna, personas que no son de su comunidad.
Para Estercilia estos eventos de círculo de la palabra donde se tocaron varios temas con diferentes expertos, defensores y líderes pertenecientes a etnias del Caribe colombiano es una forma de establecer un diálogo intercultural para que se conozca los principios y costumbres que también forman el Caribe colombiano.
Entender cuáles son las costumbres wayúu evita una situación tan básica y de valor innegable para este pueblo como es el orden de los apellidos, costumbres que deben permear en la legalidad del marco legal colombiano.
"Es buscar que el Estado se adapte a la realidad de los pueblos indígenas, más que nosotros adaptarnos a un formato, por ejemplo el orden de los apellidos es algo que milenariamente están haciendo las mujeres del pueblo wayúu en el territorio, pero una vez se sale el territorio, la registraduría establece un orden ahora puedes el primer apellido del de la mamá pero si no hay acuerdo se somete a sorteo"
El pueblo wayúu designa el primer apellido de la madre, es decir el clan al cual pertenece los cuales son 17, sin embargo legalmente u oficialmente antes de su apellido reciben un apellido dominante, como González o Iguarán.
Para Estercilia, los hombres y mujeres que tienen acceso a la educación ordinaria deben integrar lo saberes que convienen para fortalecer al pueblo, pero manteniendo prácticas y costumbres de la etnia tales como lo hace la mujer wayúu con su territorio, tema de más más trascendencia en la etnia y el cual es considerado como primordial para obtener el sustento y desarrollar el sentido de pertenencia, por otro lado otros temas de importancia son el matrinaje o que los hijos sigan perteneciendo al clan materno entre otras cosas.
Otra de las mujeres que hizo parte del círculo de la palabra fue la Gobernadora Mokaná
Gulliana Arrieta Maury del municipio de Puerto Colombia abogada de profesión quien se ha dedicado a fortalecer la cultura del pueblo mokaná, el cual ha sufrido de un olvido y una casi extinción debido a una historia que debilitado a los pueblos indigenas en el Atlántico.
afirma que las mujeres son dadoras de vida, concepto que va más allá de gestar, centrándose en la capacidad de transmitir una tradición y una cultura para su conservación.
“Las mujeres somos transmisoras y eso nos ayuda a que podamos seguir perviviendo como cultura, entonces en ese orden de ideas el papel de nosotros es muy importante. Primero porque permitimos a través de esa transmisión que es nuestra tarea fundamental, que la cultura indígena de los pueblos sigan viviendo y lo otro ya ha venido ser un reconocimiento o un empoderamiento ya de la mujer desde el punto de vista como lideresa indígena para asumir papeles, roles dentro de las estructuras de gobierno propio de los pueblos indígenas representaciones entonces hoy contamos con un gobernadores indígenas cabildos gobernadora, casicas de independen nominación”
Actualmente existen mujeres indígenas que desarrollan como Gulliana un papel importante como lideresas que hacen parte de la participación política y académica. Mujeres indígenas magistradas, en la JEP, gobernadoras, casicas.
“También de asumir los papeles en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas desde cualquier espacio como profesionales, como artesanas, como preparadoras de alimentos, como sabedoras tradicionales es el papel que nosotros somos educadoras innatas”
La comunidad mokaná de Puerto Colombia se ha dedicado a fortalecerse a través de prácticas como recuperación de memoria a través de juegos y productos audiovisuales, como también la recuperación de plantas ancestrales, medicinales y espirituales, la construcción de una casa tradicional ubicada en un barrio periférico del municipio, a la cual esperan que la gente pueda llegar en un futura para conocer de este pueblo.
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