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El impacto del teletrabajo sobre la salud: un tema que a menudo se pasa por alto

¿Qué ha dicho la ciencia sobre las consecuencias que tiene sobre la salud física y mental el trabajar desde casa? Encuentre los hallazgos de las investigaciones en esta nota.




Si bien existe una amplia evidencia sobre el impacto del trabajo prolongado con computadoras en entornos de oficina se habla, por ejemplo, del daño musculoesquelético y de la fatiga visual, pocos estudios han evaluado específicamente el impacto del teletrabajo. Pese a esto, los investigadores que se han preocupado por este asunto han podido extraer algunas conclusiones.


A continuación, presentamos los hallazgos que la ciencia ha recabado sobre dichos impactos alrededor del mundo.



Consecuencias sobre la salud mental


Antes de la pandemia de COVID-19, el teletrabajo a menudo se basaba en acuerdos individuales entre un trabajador y empleador por ejemplo, para abordar mejor el equilibrio entre la vida laboral y personal. Sin embargo, en respuesta al avance de la contingencia sanitaria, el teletrabajo se ha impuesto en algunos casos como una medida de salud pública, lo cual podría conducir a un potencial desajuste con las preferencias del trabajador.


Varios estudios realizados antes de la pandemia de COVID-19 indicaron que el teletrabajo puede reducir el estrés laboral; sin embargo, otras investigaciones reportaron lo contrario: un aumento del estrés con el teletrabajo.


En específico, cinco estudios realizados antes o durante la pandemia mostraron que el aislamiento social era uno de los posibles efectos adversos para la salud asociado con el teletrabajo. Otro estudio reportó una mayor incidencia de problemas como soledad, irritabilidad, preocupación y culpa entre los teletrabajadores.


Este estudio contrasta con otro de cohorte, que analizó datos demográficos de empleados, reclamos médicos, evaluaciones de riesgos para la salud y control remoto de horas de conectividad. Sus resultados demostraron un riesgo reducido de depresión entre aquellos que teletrabajaron en comparación con quienes no teletrabajaron.


Una investigación realizada en los Estados Unidos durante la pandemia de COVID-19 informó que las personas que trabajaban desde casa pasaron más tiempo de calidad con sus mascotas y miembros de la familia, si bien trabajar desde la oficina les proporcionó más oportunidades para socializar y les causó menos conflictos entre el trabajo y la familia.


Un estudio llevado a cabo en España durante el confinamiento por el virus demostró, por otra parte, que no teletrabajar contribuyó a un mejor balance ocupacional, que es un equilibrio en el nivel de compromiso hacia las ocupaciones. Ese equilibrio produce bienestar.


Otro estudio realizado en Japón en un momento en que el teletrabajo se estaba expandiendo debido a la epidemia de COVID reportó que, a medida que aumentaba la frecuencia del teletrabajo, los trabajadores que preferían esta modalidad experimentaron menos malestar psicológico que quienes prefirieron trabajar presencialmente. Esto sugiere que la preferencia de los trabajadores afecta el impacto potencial en la salud mental del teletrabajo.




Consecuencias sobre la salud física


Los resultados de las investigaciones sobre los impactos físicos del teletrabajo son menos concluyentes.


Dos estudios reportaron reducciones en la presión arterial con el trabajo desde casa: el primero, basado en cuestionarios y realizado entre personal académico de Estonia, encontró que los teletrabajadores emitían menos quejas sobre hipertensión arterial; el otro, hecho entre trabajadores del gobierno sueco, mostró que la presión arterial fue significativamente mayor durante el trabajo en la oficina en comparación con el teletrabajo remoto.


Sin embargo, como ya se anticipó, estos estudios son preliminares: se necesitará más investigación para determinar los verdaderos impactos del teletrabajo en diferentes trabajadores y durante periodos más largos.



Vínculo entre teletrabajo y conductas saludables


Un estudio de los datos demográficos de los empleados, reclamos médicos, evaluaciones de riesgos para la salud y horas de conectividad remota evidenciaron una relación entre el teletrabajo y menores riesgos para la salud por abuso de alcohol, consumo de tabaco y obesidad; esta relación que varía según la intensidad del teletrabajo.


El estudio también mostró mayores niveles de actividad física entre los empleados que teletrabajan en comparación con los que no teletrabajan. Así, un estudio basado en encuestas encontró que el teletrabajo se asoció con un 71% más de probabilidades de lograr 30 minutos o más de actividad física diaria comparado con los días en que no se teletrabajaba.


Otro estudio practicado entre empleados que comenzaron a teletrabajar debido al COVID-19 encontró un aumento significativo en la frecuencia de actividad física realizada durante este período y un cambio en el tipo de actividad, con preferencia por el entrenamiento de fuerza y ​​ejercicios de estiramiento.


Parejamente, una investigación realizada entre adultos estadounidenses mostró que aquellos que trabajaban desde casa dedicaban más tiempo a la preparación o consumo de alimentos frente a los que trabajaban directamente en las empresas.


Estos hallazgos sugieren que trabajar desde casa puede brindar más tiempo para preparar y consumir alimentos, lo que posiblemente redunde en beneficios para la salud, ya que las comidas preparadas en casa tienden a ser más bajas en calorías y más ricas en nutrientes que los alimentos comprados en o alrededor del lugar de trabajo.





* Con información del "HEALTHY AND SAFE TELEWORK TECHNICAL BRIEF" de la Organización Mundial de la Salud.


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