Autor: Andrea Hasselbrinck
Usualmente uno comienza las semanas con un ligero desprecio a los lunes, excepto esta. Desde el 25 de agosto hasta ayer 1 de septiembre estuve rodeada de sueños y soñadores que con sus palabras cumplían con la función de aquellas decoraciones que los acompañaban, atrapasueños.
Aquel lunes en la noche, Teresita Vásques (Medellín), Carlos Julio Peña (Corozal), Francisco Pacheco (Chinú) y Aldo Méndez (Cuba) fueron los primeros que llegaron al rescate para combatir a la cotidianidad que tanto nos adormece paulatinamente. Las historias siempre te atrapan, no importa si cuentan la misma, cada vez los cuenteros te entregan un pedacito de su alma en cada palabra y onomatopeya que sale de sus bocas.
La historia de Aldo en particular me hizo regresar a mi yo de aproximadamente 8 años que veía maravillada a aquel señor vestido todo de blanco que contaba en el escenario descalso sentado en un banquillo, porque ese señor era él, el que sembró en mi una semilla soñadora, ese lunes regó y recogió sus frutos. su cuento era más o menos como este video de Josue Sanchez.
¿Quién no se inspira o cambia su forma de ver la vida cuando le dicen que los castillos de arena son como las ilusiones, que lo importante no es que perduren o que se hagan realidad sino que siempre encontremos un tiempo, personas y razones suficientes para juntarte a construir castillos, sueños e ilusiones ?
Los días seguían y con ellos contaba Flora Ovalles (Venezuela), Romer Peña (Venezuela), Ana Griott (España), Ana Coralia Fernádez (Costa Rica), Andrea Chacón (Costa Rica), Evelyn Poveda (Costa Rica, Boniface Ofogo (Camerún), Martha Escudero (México), Reinaldo Ruíz (Sahagún), y los ganadores de los concursos intercolegial y universitario María Fernanda Padilla ( Polonuevo), Liney Ortega ( Galapa), Robinson Sarmiento ( Sabanalarga), Diego Sarmiento (Soledad),Isabella Martes (Polonuevo), Gabriel Villamizar, Samantha Arguelles, Natalí Gutiérrez, Sara Algarín de Barranquilla se unieron a la nómina de cuenteros encargados de mejorar el mundo de cada persona que los escuchó en estos días, algo así como una Liga de la Justicia, pero estos superhéroes usan como arma las palabras de forma mágica, por ende vendrían siendo Los Magos de la Palabra.
Con cada historia niños, jóvenes y adultos se llevaban consigo un aprendizaje, una sonrisa, o como yo, evocaban recuerdos de juventud. No importa que, se cumple el objetivo implícito de las reuniones con cada uno de ellos, como las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez, darle alas a la imaginación, la oportunidad de sentir, de reír, llorar, cantar, divertirse, y lo más importante, ser uno mismo.
Este año la mujer fue el tema de 'la fiesta de las palabras', " El festival destacará cuentos, voces e historias que permitan poner en escena la fortaleza de las mujeres, su capacidad de resiliencia, la sororidad que ha permitido hacer frente a la violencia de género y a la desigualdad." dijo Luneta 50, por eso no es raro notar que hubo más protagonistas femeninas, sin embargo, la estrella de estos 22 años es y será la capacidad de soñar.
Algo que siempre pasa allí y no nos damos cuenta son los maestros, porque en estos espacios todos aprenden de todos. Desde tiempos inmemorables la palabra ha sido la herramienta utilizada para educar, la tradición oral es aquella encargada de que después de tantos años desde las tierras más lejanas se sepa que en Plato, Magdalena hubo un hombre que se convirtió en caimán. Asimismo, nosotros sepamos que en lugares lejanos como en Camerún existió un cazador que al desobedecer al brujo que le dio su vara mágica para cazar el único que lo pudo salvar fue un niño de 7 años que le enseñó al pueblo que es importante escuchar a los niños.
Se aprende siempre, como cuando Romer nos contó como suena la pintura negra mientras se hierve con la historia de un conejito que hizo lo imposible para cumplir su sueño de ser negrito y sentirse más bonito. También se aprende de Zoila Sotomayor, Manuel Sánchez, Luz Sánchez, Vicky Osorio, Carlos Polo, Rubén Darío Mejía, Nestor de León, Steven Restrepo, Tedys Villar y todas las personas que conforman esto que más que un equipo es una familia.
Cada una de las personas que han hecho, hicieron y serán parte de El Caribe Cuenta y Luneta 50 de alguna forma u otra siempre serán afortunados, pues que mejor ejemplo de la historia de Aldo que este gran castillo de arena que familiares, amigos, colegas y asistentes han ayudado a construir por 22 años continuos cada vez mejor.
Para este 2019 ayer se hizo la ¡Narratón del adios!, con estas fotos que muestran un poco como fue el cierre de la versión XXII de El Caribe Cuenta me despido agradecida por este empujoncito que nos dieron a todos los que asistimos a volver a vivir, a soñar y, ¿Por qué no? a vivir de nuestros sueños.
Me voy, con la esperanza de que el otro año tendremos de nuevo un espacio para soñar despiertos, que los cuenteros hagan el trabajo de los atrapasueños y que si es posible, nos sigamos sumando a la construcción de este maravilloso castillo de arena en compañía de todos esas bellas personas que hacen parte de la familia Luneta 50.
Comments