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El burro corcoveón de Pital de Megua, 20 años carnavaleando en Barranquilla y el Atlántico

Los efectos afrodisiacos del millo son los responsables del corcoveo del burro carnavalero.


Por: Aldira Chamorro Ojeda


En una tarde soleada de Pital de Megua, los hermanos Adolfredo y Julián Llanos, junto a su primo Luis Barrios, dejaban escapar una lluvia de ideas con el propósito de visibilizar la figura del ‘burro corcoveón’, que consideran está en vías de extinción.


Finalmente, llegaron a la conclusión de que la mejor manera para lograr su objetivo era darle representatividad a través de un colectivo de disfraz y llevarlo a los principales desfiles del Carnaval de Barranquilla y de los municipios del Atlántico.

De eso, hace ya 20 años. Durante dos décadas, “El burro corcoveón carnavalero” ha participado continuamente en la Batalla de Flores del Carnaval de Barranquilla y se ha hecho acreedor de 11 congos de oro.


“El burro es un animal que está en extinción en los pueblos y Pital de Megua es un pueblo muy campesino, por eso, quisimos hacerle un homenaje. Lo bautizamos corcoveón porque en época de Carnaval estamos en verano, no hay hierba, y el campesino lo alimentaba con millo. El millo es afrodisiaco y el burro se vuelve gargañón, corcovea, corre, patea, no se deja ensillar, no quiere ir al monte, por eso es el burro corcoveón”, explicó Adolfredo Llanos, director de esta expresión cultural del Atlántico.


De igual forma, sus 60 integrantes, entre los que se encuentran 30 niños y niñas, así como 30 jóvenes y adultos, han llevado esta tradición a los desfiles del Festival del Millo, en Juan de Acosta; Festival de la Palma Amarga, en Piojó; el Carnaval de Santo Tomás y el Carnaval del Recuerdo, en Baranoa.

Foto: cortesía.


Talleres y valores


“El burro corcoveón carnavalero” genera, igualmente, actividad económica en Pital de Megua, pues los disfraces son confeccionados por modistas de ese corregimiento de Baranoa y las caretas son elaboradas por Adolfredo Llanos, quien es egresado de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, con el apoyo de un grupo de pitaleros.


Para Adolfredo este proyecto es más que Carnaval, es integración familiar con sancochos comunitarios y es inculcar a los integrantes de este disfraz colectivo, especialmente a los niños, amor por la tradición de las festividades y valores como el respeto y el buen comportamiento.


“Compañeros que estudiaron conmigo en Bellas Artes y residen en Baranoa vienen a nuestra sede a dictar talleres a los niños y niñas sobre pintura, colores, el adecuado manejo de los materiales que utilizamos para la elaboración de las caretas. De igual manera, el sociólogo Víctor Sojo nos apoya con charlas sobre valores para que todos tengan el mejor comportamiento y convivencia”, afirmó Llanos.

Adolfredo Llanos, director del disfraz colectivo "El burro corcoveón carnavalero" de Pital de Megua.


Novedades


“Las caretas las hacíamos en papel maché pero este año innovamos y las estamos elaborando con yamboló, un material a base de icopor, que la hace más flexible, más liviana y más fresca”, dijo Llanos, quien por estos días trabaja arduamente y hasta las primeras horas de la madrugada para tener a tiempo las 100 caretas que utilizarán en el 2020.


Precisamente, una de las novedades que el disfraz colectivo ha preparado para sus 20 años de participación en el Carnaval de Barranquilla, es la presencia de 100 burros corcoveones que llegarán a la vía 40 el sábado de Carnaval, bajo los efectos afrodisiacos del millo.


Tienen lista otra novedad para el desfile de la Batalla de Flores, sin embargo, Adolfredo quiso guardar el secreto para mantener la condición de sorpresa que desean entregar al cumplir dos décadas de participación en las carnestolendas de La Arenosa.


Llanos explica que Pital de Megua tiene, aproximadamente, 3.000 habitantes, y cerca de mil han hecho parte de este disfraz colectivo que, al son de los tambores del grupo de millo, representan el estado ‘corcoveón’ del burro.



El show


Al son del grupo de millo, el disfraz del “Burro corcoveón carnavalero” presenta dos puestas en escena que incluye a un campesino, el golero y el tigre.


Todo empieza cuando el campesino quiere ensillar el burro y éste, bajo los efectos del millo, se revuelca y se hace el muerto, momento en el que llega el golero y lo pica, el burro lo levanta a patadas y el golero sale volando.


En otra escena, se muestra una reunión de los burros corcoveones y el tigre llega por detrás para agarrar a uno de ellos, todos levantan a patada al tigre y lo matan, contravinivendo la popular creencia de que el tigre siempre se come al burro.


Para cumplir las metas, debemos soñarlas, por ello, Adolfredo Llanos tiene clara la meta de congregar, en pocos años, 200 burros corcoveones para sus presentaciones carnavaleras. Entre tanto, continúa coordinando la sorpresa que presentarán, con motivo de sus 20 años, en el Carnaval de Barranquilla y en diversos eventos del Carnaval del Atlántico.

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