A diario por las calles de Barranquilla y de muchas ciudades podemos comprar una gran cantidad de alimentos de diversa índole, café para empezar la jornada con energía, frutas, panes, dulces o jugos para combatir el intenso calor entre muchos otros sin embargo, pocas veces se llega a conocer o escuchar a las personas que están detrás de estas ventas a los que comúnmente se llaman "vendedores informales o ambulantes", o "emprendedores" como también se denominan.
Ubicado en la carrera 43, prolongación de 20 de julio, poco antes de llegar al Centro Comercial Miramar se encuentra Diego Acevedo Marquez, un vendedor y emprendedor que decidió empezar un negocio en este sector vendiendo alimentos como huevos y bollos".
"La idea surge hace más o menos tres meses porque comenzamos en sociedad con unos amigos un emprendimiento de gallinas ponedoras, entonces nace la idea de empezar a comprarlo y revenderlo, para que cuando nuestro producto esté listo empezar a promocionarlo y tener una clientela y darnos a conocer en el mercado".
Los retos y pormenores afrontados hasta el momento:
"Bueno en términos generales ninguno, enfrentar a la gente y darse uno a conocer, un voz a voz, sin publicidad, en términos generales simplemente es eso".
Los comentarios de la gente sobre el negocio:
"Sí ha habido comentarios positivos, que la calidad muy rico, el sabor también, pero algunas veces se me ha presentado el inconveniente que los huevos se vencen y uno no alcanza a notar y bueno, sale uno o dos que se dañan, pero generalmente los productos muy ricos".
El calor y el clima como obstáculos adicionales:
"Para mí esto no ha sido un impedimento, sí se disminuye un poca el tema de la venta pero nosotros en realidad con una sombrillita, esperamos y el cliente llega y va fluyendo poco a poco".
El escaso apoyo a estos vendedores:
"Bueno tú sabes que eso es tema político a nivel nacional, que el apoyo es muy corto y muy poco a estos emprendimientos, exactamente es eso lo se puede decir, nada más".
En el mismo punto, se ubica también el señor Rubén Porras, una persona que ha logrado ganar una numerosa clientela en el sector de Miramar vendiendo sus deliciosos panes. Cada tarde uno por uno los carros que transitan por la zona detienen sus viajes para comprar el desayuno del día siguiente.
"Desde hace un año y 10 meses aproximadamente vendo los panes acá y el producido en un buen día de ganancia ronda entre los 80.000 y 90.000 pesos. Y con respecto al negocio como tal, diría que hay que persistir, al comienzo uno tiene que sacar tiempo y bueno hay días en que no se vende mucho, así como hay otros que sí se vende, así que es complicado pero sí se puede salir adelante".
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