Cada año, un promedio de 250 niños de la etnia wayuu reciben los presentes en las rancherías localizadas en la zona rural de Riohacha.
Foto: cortesía
Por: Aldira Chamorro Ojeda
Desde hace 15 años, cada dos de enero, llega un cargamento con regalos y ropa para los niños de la etnia wayuu que residen en las rancherías, ubicadas en la zona rural de Riohacha, en La Guajira. Son presentes de Reyes Magos cargados de amor por el prójimo, sensibilidad y la alegría de retribuir las bendiciones recibidas.
El artífice de ese gran momento para los niños wayuu, entre uno y diez años, es el comunicador social – periodista, Alexander Lewis, casado con la guajira Maryori Pana y padre de Nayib y Génesis, nacidos también en la tierra del almirante Padilla.
“Una vez terminé el seminario Caminos 3, que es una formación de superación personal, liderazgo e inteligencia emocional, tomé la decisión de retribuirle a La Guajira todas las cosas buenas que me ha dado, pues mi esposa e hijos son de allá”, explica el profesional de las comunicaciones y el periodismo, a quien sus amigos y colegas le dicen Alex.
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Nos contó también que el inicio de esta labor social coincidió con el nacimiento de Nayib Alexander, su hijo mayor, quien ahora lo acompaña a llevar la felicidad de los regalos a los niños de las rancherías wayuu, al igual que Génesis, Maryori y sus cuñados.
“Mi cuñada Yaneth Pana es docente en La Guajira y ella me ayuda a coordinar la entrega de los regalos, de manera organizada”, afirmó.
La mayor recompensa para Alex y su familia es ver la alegría de todos esos niños jugando por las áridas tierras de la ranchería con los regalos que reciben. Cada año entrega estos presentes a un promedio de 250 niños y para ello, cuenta con el apoyo de amigos del seminario Caminos, colegas periodistas y artistas musicales que prefieren mantenerse en el anonimato.
“Los regalos los entrego el 2 de enero porque, por mis labores profesionales en Barranquilla, yo llego a Riohacha entre el 29 y 30 de diciembre”, expresa este comunicador que tiene un corazón más grande que su corpulenta contextura física.
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Desde el primero de diciembre, Alex solicitó el apoyo de todos sus amigos, conocidos y voluntarios que deseen sumarse a la noble causa de llevar sonrisas y felicidad a los niños wayuu. En esta oportunidad, estarán incluidos niños de Paraguachón, corregimiento de Maicao, ubicado en la frontera con Venezuela. “Con el cierre de la frontera, esos niños no tienen como recibir regalos y también a ellos queremos verlos sonreír”.
Para este apoyo tiene activado el grupo de Facebook ‘Quien nos apoya con los niños wayuu’, donde se encuentra toda la información para hacerle llegar las donacionaes. Solo tiene una condición: nada de juguetes bélicos.
“Pienso que debemos evitar, a toda costa, escenarios de guerra para los niños, así sea en juego”, enfatizó Alex Lewis.
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