Según informe de la Contraloría General de la Nación aunque ha disminuido el hacinamiento en las cárceles en 7 puntos, los servicios de salud, higiene y mantenimiento de instalaciones son deplorables.
En el tercer informe entregado a la Corte Constitucional por parte de la Contraloría aunque el INPEC en el período de julio de 2016 a mayo de 2018 reporta una disminución de 7 puntos en el hacinamiento carcelario, sin embargo continúa un escaso dinamismo de la construcción de nuevos cupos carcelarios y deterioro en los procesos de higiene y resocialización.
Entre las cárceles que presentan problemas de higiene se encuentra la de “La Tramacúa” de Valledupar donde no se tiene en cuenta el mantenimiento periódico que ordena el Reglamento Técnico para el Sector de Agua Potable y Saneamiento Básico – RAS y las descargas se realizan a cielo abierto sin que exista un sistema de tratamiento para estos vertimientos, poniendo en riesgo la salud tanto de los internos como del personal que labora al interior del centro penitenciario.
La Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios- USPEC realizó un contrato interadministrativo con FONADE con el fin de ejecutar proyectos de construcción, mantenimiento y dotación por más de $430.000 millones de 2016, lo que implicó la destinación de recursos para sufragar costos de intermediación por $ 33.439 millones.
Capacidad carcelaria
De los 1,839 cupos dados al servicio en el período, sólo 768 fueron nuevos. Ello quiere decir que los 1,101 restantes fueron habilitados, refaccionados o acondicionados en pabellones preexistentes, que en un 88% presentan obsolescencia y carecen de los espacios necesarios para el desarrollo de programas de resocialización.
Además a julio de 2018, de seis pabellones contratados en virtud de la emergencia carcelaria decretada en 2013, solo un pabellón fue puesto en servicio y no se ha renovado la infraestructura carcelaria.
De los 22 establecimientos visitado por la Contraloría presentan el impedimento de separación entre población sindicada y condenada.
Resocialización
Es notoria también la poca efectividad de los procesos de resocialización, lo que se ve reflejado en la Tasa de Reincidencia, que en el período 2016-2018 pasó del 16.7% al 18.3% comparando la población condenada reincidente con el total de condenados intramurales, en detención domiciliaria y vigilancia electrónica.
La Contraloría informó que este proceso de resocialización se ve afectado por la falta de herramientas, equipos y programas para la capacitación y el aprendizaje nota durante las visitas, por las cuales también se notó que los procesos industriales siguen siendo artesanales, con deficientes técnicas de comercialización, y no cuentan con espacios suficientes y adecuados para su desarrollo.
En cuanto a la integración familiar, se constató la ausencia de los espacios para las visitas conyugales en 15 de los 22 establecimientos visitados por la entidad. llevando a que atendidas en espacios inadecuados como la sala de recepción de internos como pasa en la cárcel de Barrancabermeja, áreas comunes o en las propias celdas. Solo los establecimientos de reciente construcción cuentan con esta infraestructura.
Higiene
En las visitas efectuadas se encontró que en 10 de los 22 establecimientos carcelarios visitados la infraestructura de las instalaciones donde se preparan los alimentos estaba en mal estado, con presencia de humedad en paredes, zonas del suelo donde se presenta empozamiento de agua y desgaste, lo que demanda reparaciones y mantenimientos.
En algunos establecimientos, el suministro de agua se garantiza mediante bidones o canecas; en otros, el suministro se encuentra limitado a honorarios que no permite su adecuado uso.NEl 19% de las cárceles visitadas por la CGR no aseguran el mínimo vital de 15 litros de agua por interno y el almacenamiento del vital líquido no supera las 24 horas.
en temas de salud las deficiencias en atención de segundo nivel en establecimientos que no se encuentran en capitales de departamento, deficiencias en la proveeduría de medicamentos respecto a cantidad y tipo de medicamentos.
Los internos deben suministrar insumos para las curaciones y tratamientos que les reciben. Se evidencian grandes obstáculos para que los internos asistan a citas o procedimientos extramurales, por ausencia de medios de movilidad o de guardia penitenciaria que realice los acompañamientos.
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