La polémica por las nuevas investigaciones que ha dado a conocer la Contraloría General de la Nación por el Programa de Alimentación Escolar, PAE en Cartagena durante el segundo semestre del 2016, no dan tregua. La comercializadora Nueva Esperanza, responsable de factura por la compra de un kilo de pechuga de pollo por $40 mil pesos, aparece en la Cámara de Comercio de la ciudad con registro de actividad principal del comercio al por menor de artículos de ferretería, pintura y productos de vidrio.
Si bien no aparecen reportes de declaraciones del IVA por parte de la empresa, el valor de éste se pudo deducir a partir de las facturas -entre esas las pechugas de pollo a $40 mil- presentadas por la empresa contratista y detectadas durante la auditoría que realizó el organismo de control.
Como si no fuera suficiente se detectó que el contratista presentó unos precios ante la fiducia respectiva y otros ante la administración distrital. Los primeros ajustados al mercado y los segundos con los sobreprecios que finalmente vino a detectar la auditoría realizada por la Contraloría General de la Nación.
Para la Contraloría está comprobada la facturación y pago de alimentos con un exorbitante sobreprecio.
Según dio a conocer la Contraloría, también se investiga la posible relación familiar de primer grado entre el representante legal de la comercializadora y el antiguo dueño de la contratista del Programa de Alimentación Escolar en el 2016 en Cartagena.
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