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Foto del escritorNatalie Berdugo Cañón

Candé, el restaurante netamente cartagenero que lidera la reactivación económica

Cartagena busca impulsar la reactivación económica del turismo y Candé, el primer restaurante en Colombia en obtener el certificado internacional de bioseguridad da fe de eso.


Sin duda el turismo es una de las fuentes más importantes, para esta ciudad tan importante para Colombia. La gastronomía caribeña e internacional, la arquitectura antigua, el baile sabroso y la música Caribeña hacen parte de esa atracción que enamora a los visitantes,


Cartagena inició algunas actividades desde octubre del año pasado, sin embargo han sido 8 meses con baja afluencia de turistas debido las medidas para evitar la promulgación del Covid-19. El restaurante Candé ubicado en el centro histórico, en la ciudad amurallada, fue el primer restaurante en recibir el certificado internacional de bioseguridad SAFE GUARD DE BUREAU VERITAS, lo que significa que fue evaluado sus procedimientos de salud, seguridad e higiene.


Según información de la Cámara de Comercio de Cartagena, 41.600 empleos directos se vieron afectados por la crisis, en cuanto a bares y restaurantes más de 2.000 se han declarado al borde de la quiebra.


Candé hace parte de los restaurantes que se vieron afectados pero han logrado reactivarse desde octubre con este certificado, ofreciendo sus servicios de restaurante de manera progresiva, sin faltar las presentaciones de música y danza en vivo ajustándose a las medidas de aforo y horas.




Una noche en Candé es vivir la romántica melodía de una guitarra que engalana el restaurante meticulosamente decorado con ornamentos antiguos y elegantes. Las mesas lucen impecables, con copas listas para saciarse de vino, champaña o brandy, lámparas de bejuco, platos de porcelana, las baldosas antiguas, las sillas de mimbre y una sonrisa de bienvenida dan la cálida sensación de disfrutar de una antigua y romántica casa de Cartagena o Mompox.


La empresaria y diseñadora, Gaby Arenas líder del restaurante y del grupo empresarial Gela, se vieron ante la oportunidad de agrandar el restaurante para ajustarse a las medidas de bioseguridad.


“Nosotros teníamos un restaurante con 60 cupos, pero estábamos dejando de ganar dinero porque porque no teníamos eventos, teníamos el cupo limitado, entonces nosotros sabíamos que teníamos que agrandar el restaurante entonces nos pasamos de un restaurante de 60 cupos a este que tiene 200 cupos”

Sin duda el turismo aporta a la economía empresarial y al emprendimiento legalmente constituido, pero también a la llamada economía informal y al trabajo independiente de la cultura que se caracteriza por ser muy talentosa en el baile y la música, sector que Candé ha apoyado en la medida de lo permitido, debido a la filosofía de resaltar la mágica tradición cartagenera.


“La filosofía de Candé toda la vida ha sido de mostrar a Cartagena en sus 5 sentidos, entonces todo lo que entra por el oído que es lo que estamos escuchando, todo es cartagenero, a la vista la decoración es de una casa cartagenera, con el olfato todas las frutas que tenemos huele a Cartagena, con el gusto nosotros somos un restaurante netamente cartagenero con nuestro higadete, por supuesto con el pescado, con el arroz con coco, eso es obvio que debe estar tenemos también la posta cartagenera, tenemos los sancochos, los arroces, el pasteles, todas las comidas, la sopa de plátano verde que son platos que ya ni siquiera se hacen en las casas”

La noche se alegra con la orquesta del restaurante, músicos con más de 20 años de experiencia y amor por lo que hacen, interpretan salsa, cumbia, champeta y otros ritmos caribeños. Finalmente los bailarines con sus vestidos pomposos y de mágica noche amurallada, diseñados específicamente para el restaurante por Rafael Palma, alegran los invitados quienes disfrutan de típicos platos cartageneros.


“Con toda la majestuosidad y el colorido de nuestro Caribe, básicamente me inspire en la parte folclórica que tiene que ver con este show que se brinda en Candé y un poco con nuestra parte popular que ahorita es una de las influencias que está en auge”

Judy García es la bailarina, quien con su parejo y a pesar de esconder su sonrisa con un tapabocas confeccionado para cada vestuario, alegran a los clientes. Judy tiene 21 años bailando, debido a la crisis detuvo su labor por casi un año y retomó hace 6 meses con actividades en el restaurante, ella a pesar de sentirse feliz porque ha logrado continuar con su trabajo, afirma que el sector de la cultura sigue en crisis.



“Bueno me siento muy feliz ya que hubo un momento que estuvimos suspendidos nuestra actividad en el trabajo volvemos a retomar nuestro trabajo y estamos aca dandole toda. También es algo muy triste porque no hay apoyo en la cultura, y muchas personas su cuestión de su alimentación es por medio del baile por medio del turismo, cuando se cerró toda Cartagena, muchas gente que son personas de barrio y personas de las danzas tuvieron que terminar todo ese proceso y ahora están mal porque en si no hay apertura en nada” afirma la bailarina

Por otro lado su compañero de baile Jose Medina, tiene 29 años, baila y se dedica a la cultura desde los 9 años, le comentó a regioncaribe.org que también se encuentra feliz de estar retomando a poco a poco las actividades en la cultura, fuente de economía para varios cartageneros quienes solían presentarse en hoteles, restaurantes, reuniones privadas, islas, casas culturales y eventos realizados por el Ministerio de Cultura



La danza aquí que tiene un nivel como medio porque a veces no hay apoyo cultural y pues hay otras entidades como este restaurante que si le dan el apoyo a la danza y a la cultura cartagenera y se han abierto nuevas cosas como otros restaurantes similares a lo que uno hace para darle la oportunidad los muchachos que hacen parte de la danza pero aquí en poco ese apoyo porque también la danza se maneja aquí por medio tipo de turismo y cuando caímos en la pandemia a todo el conjunto de danza de esa profesión las personas no tuvieron la entrada solamente lo que viven de esta cultura


Antonio Molina, director de la Orquesta Candé, es pianista y a la vez abogado, lleva 40 años tocando el piano, labor que inició desde muy niño. Él también se ha visto beneficiado de la temprana actividad de Candé a comparación de otros restaurantes y bares que quebraron o se les ha hecho difícil resurgir.


Ha sido muy difícil porque la música es nuestra vida, la música es una pasión que nos llevamos desde niños al igual que yo mis compañeros de aquí el restaurante. Fue difícil porque todos los días estábamos viéndonos, tocando, sintiéndonos útiles cuando la pandemia vino de pronto y nos tocó dejar de hacer lo que más nos gusta que es la música.

La reactivación ha sido progresiva, en octubre iniciaron tocando 3 horas diarias hasta las 8 de la noche, actualmente son de 4 a 5 horas, y habilitaron los servicios también de día.


Bares que son insignia de la ciudad se encuentran cerrados, todavía es la hora y no se han podido recuperar de pérdidas económicas han tenido que cerrar los bares, entonces hay músicos que se quedaron sin trabajo y hasta ahor, hasta hace un mes han vuelto a retomar su vida, no ha sido fácil para los músicos y para todos los gremios.

Comenta el Director de la orquesta.


Actualmente Candé cuenta con una nómina de 90 empleos directos e indirectos. Candé es uno de los negocios que hace parte del grupo empresarial GELA también liderado por Gaby Arenas, sus dos hijos y su nuera, un equipo familiar que ha logrado enfrentar con mucho esfuerzo la crisis de la pandemia.


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