A lo largo de la pandemia 253 menores de edad perdieron la vida a causa del Covid-19.
Colombia cuenta actualmente con una alta disponibilidad de biológicos que permite dar continuidad a la protección de la población de riesgo, mientras se avanza con la vacunación en niños, niñas y adolescentes, la cual se tenía prevista desde el comienzo del Plan de Vacunación Nacional, conforme se conociera evidencia científica de vacunas para este grupo poblacional.
"La verdadera meta es reducir la mortalidad y la incidencia de casos graves más que un número específico. Avanzar en la cobertura de niños de ninguna manera pone en riesgo la cobertura en adultos, sobre todo en adultos mayores, porque ya tenemos muy buenas coberturas, porque hay disponibilidad y porque hay refuerzos", afirmó Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud.
Así mismo, explicó que al tiempo en que se continúan vacunando a los niños y niñas, se pueden mantener estrategias pedagógicas e incentivos para los adultos jóvenes, teniendo en cuenta que antes de abrir la vacunación de menores de 11 años, el país estaba en alrededor del 60 % de personas vacunadas con al menos una dosis y se espera que pronto dicha población tenga esquemas completos.
Teniendo en cuenta que durante la pandemia, con corte al 7 de noviembre de 2021, 253 menores de edad perdieron la vida por esta enfermedad, el Gobierno Nacional tomó la decisión de vacunar a los más pequeños partiendo del gran valor social que tiene la vida de cualquier persona, pero en especial esta población que a penas inicia con su vida.
"En epidemiología son muy importantes las tasas, los denominadores, pero en salud pública y desde la perspectiva humana, históricamente, los conteos son valiosos, porque detrás de los conteos hay personas y en este caso niños. Por eso la sociedad tiene que hacer todo el esfuerzo para reducir al máximo la mortalidad por covid en niños, como hemos hecho y tenemos que seguir haciendo con otro tipo de muertes". indicó Fernández.
Finalmente, indicó que el virus busca nuevos nichos cuando su contagio se bloquea como con la vacunación de adultos, y busca la manera de hacer copias, haciendo de la población de niños un escenario perfecto para producir nuevas vaiantes que pueden causar nuevos picos de contagios.
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