Este texto fue elaborado por Natalie Berdugo en el marco del Proyecto «Somos Enlace» con Vokaribe Radio.
Lavarse las manos, usar el tapabocas y quedarse en casa son los tres sencillos pasos del “ritual de salvación”. Sin embargo, hay personas en Barranquilla que no tienen las condiciones para cumplirlos.
Es el caso de los habitantes de Villa Caracas, un barrio conocido por estar habitado por inmigrantes y personas retornadas de Venezuela, que empezaron a llegar al país hace más de 5 años. El terreno se ha ido poblando poco a poco pero aún no ha sido legalizado y no cuenta con servicios públicos domiciliarios.
Carmelita vive en el sector 3 de Villa Caracas junto con otras 200 familias. En una de las paredes de su casa tiene pegado un panfleto informativo que le entregó una ONG que visitó el sector hace tres meses. Ella hace todo lo posible por seguir las indicaciones consignadas allí sobre cómo lavarse las manos, para lo cual solo cuenta con el agua que puede recoger de una llave comunitaria cada dos días en las horas de la noche y antes de las 10:00 de la mañana.
“yo por el momento tengo una manguera con la que me llega el agua directamente aquí en la casa, pero mis hijos que viven más adelante, prestan manguera o si no les toca carretearla con balde. 100 metros es lo que recorren. Yo me acuesto tarde llenando el agua porque llega en la noche”. (Testimonio de Carmelita, recogido vía telefónica).
Este procedimiento es posible gracias a que el barrio vecino dispuso este punto de agua potable, del cual se abastecen los sectores 2 y 3 de Villa Caracas, donde según Carmelita viven cerca de 300 familias. Aunque no se hacen largas filas, estas pueden llegar a ser de cinco personas esperando su turno.
“A cada momento nos lavamos las manos con agua y con jabón y el pote de alcohol lo tengo al lado, ese cada vez que se nos acaba son $ 7.000 pesos que vale”. (Testimonio de Carmelita, recogido vía telefónica).
Según UNICEF, los hogares que presentan este tipo de modalidad para conseguir agua potable tienen diferentes niveles de dificultad. En el caso de Carmelita que pudo conseguir una manguera y conectarse de manera directa, su nivel se considera seguro, ya que el agua destinada para el consumo es procedente de una fuente mejorada y ubicada dentro de la vivienda o en el patio o parcela, disponible en el momento necesario y libre de contaminación fecal y sustancias químicas. Mientras tanto, el nivel de dificultad de sus hijos y de otros vecinos es limitado, ya que el tiempo de recogida supera los 30 minutos, incluyendo trayecto de ida y vuelta y el tiempo de espera.
Para estos hogares, otra dificultad es la separación de aguas negras y blancas. Villa Caracas no cuenta con saneamiento básico, es decir inodoro y alcantarillado o letrinas donde destinar las heces. Algunas familias han optado por otras alternativas como guardar las heces dentro de bolsas, que a su vez se guardan en un saco más grande que recoge el servicio de basura cada 3 días.
“La mayoría en verdad nos cuidamos hasta donde podemos porque usted sabe que no tenemos todos los servicios que debe tener un barrio, entonces estamos aquí con la bendición de Dios”. (Testimonio de Carmelita, recogido vía telefónica).
Por otro lado, cuando el agua potable debe almacenarse, las indicaciones de UNICEF son: mantener limpio y tapado el envase por un máximo dos días para evitar la proliferación de mosquitos o contaminación de otro tipo.
Carmelita tiene un pequeño tanque y un pipote de tapa grande.“Nos lavamos las manos con agua, jabón y cloro y otra vez los volvemos a llenar, todo tiene su tapa.
Los demás dependen de los envases que tengan; unos recogen todos los días porque no tienen cómo almacenar el agua y otros recogen y envasan y dura uno o dos días, depende del uso”. (Testimonio de Carmelita, recogido vía telefónica).
Lavarse las manos con agua limpia no es necesario sólo para evitar el contagio de la covid-19. También lo es para eliminar otras bacterias que puedan recogerse al estar en contacto con diferentes lugares, personas o utensilios. Las manos sucias son además un riesgo de contaminación del agua potable almacenada.
“Tenemos que llenar una poncherita con agua y cloro, ahí vamos agarrando de poquito a poco y nos lavamos con jabón y alcohol y alcanfor”. (Testimonio de Carmelita, recogido vía telefónica).
En caso de no tener jabón y agua corriente, UNICEF recomienda utilizar agua clorada o un desinfectante de manos que tenga un contenido mínimo de alcohol del 60%. Si estos tampoco están disponibles, el agua jabonosa y la ceniza limpia pueden ayudar a eliminar las bacterias aunque no son tan eficaces, sin embargo estas son alternativas al momento de no contar con agua limpia o estar lejos de un espacio con agua potable.
Las dificultades que enfrenta Villa Caracas por el acceso al agua, no son exclusivas de los barrios de invasión o no legalizados de Barranquilla. En menor medida, la empresa de servicio de acueducto y alcantarillado Triple A anuncia de manera esporádica, la suspensión de servicios en la ciudad afectando a barrios que cuentan con agua potable directamente como La Luz, El Ferry, Rebolo, Pasadena y Las Nieves, entre otros sectores del sur y el centro , por lo que el suministro no es constante en algunas ocasiones.
En el marco de la pandemia, la Gobernación del Atlántico ha suministrado 80.000 litros de agua entre los corregimientos donde no hay acueducto como Campeche, Pital de Megua y Vereda Pita (municipio de Baranoa), Los Olivos, El Peligro y Media Luna, (municipio de Juan de Acosta), Barrigón, Luruaco; Gallego y Mirador, (municipio de Sabanalarga) Costa Rica y Miraflores, (municipio de Usiacurí) y Guaibaná (municipio de Piojó).
Recomendaciones para que las familias puedan mantener el agua limpia en el hogar:
● Es preciso mantener siempre tapados los recipientes para conservar el agua limpia.
● El agua para beber se debe almacenar en un recipiente limpio y tapado.
● Hay que tratar de no tocar el agua con las manos sucias.
● Sacar el agua del recipiente con una cuchara o una taza limpia.
● Poner un grifo en el recipiente de agua.
● Impedir que cualquier persona meta las manos en el recipiente o beba
directamente del mismo.
● Mantener a los animales lejos del agua guardada.
Todos los miembros de la comunidad tienen que trabajar juntos para construir y utilizar retretes y letrinas, proteger las fuentes de agua y eliminar de manera segura las aguas de desecho y la basura.
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