Las actividades informales resultaron ser la principal fuente de ingresos de los habitantes de la región, de acuerdo con resultados de la encuesta de la Red de Ciudades Cómo Vamos.
La pandemia del Coronavirus tuvo una gran incidencia en los diferentes aspectos de la vida diaria, y sin duda alguna uno de los más afectados fue la economía. Las restricciones obligatorias decretadas por el Gobierno Nacional que marcaron el inicio de la emergencia sanitara en el mes de marzo, causaron una parálisis en las actividades de diferentes sectores productivos que a su vez dejaron la pérdida de muchos empleos que afectó la calidad de vida de muchas familias.
De acuerdo con los resultados que se obtuvieron en la segunda fase de la Encuesta "Mi Voz Mi Ciudad" realizada por la Fundación Corona, en la que se monitoreó la percepción ciudadana sobre la calidad de vida en sus ciudades, de la región Caribe se destaca Barranquilla como la capital en la que el 50% de sus habitantes consideran que las cosas van por buen camino, seguida de Montería con un 43%, mientras que en Santa Marta y Cartagena solo un 37% lo consideran de esta forma.
Sin embargo, con respecto al entorno económico, el 66% de los barranquilleros encuestados manifestó que algún miembro de su hogar perdió su empleo por causa de la pandemia. Además, el 51,4% afirmó que los ingresos de su hogar no alcanzan para cubrir los gastos, siendo la localidad metropolitana la más afectada (63%).
En cuanto a Santa Marta, se evidenció que es la ciudad de la región con más pérdida de empleo reportados en el marco de la emergencia sanitaria, un 70% de los encuestados manifestaron que algún miembro de su hogar quedó desempleado. Por su parte, Cartagena y Montería reportaron un 69% respectivamente.
Es importante decir que aunque de acuerdo con información entregada por el DANE, las ciudades de la región Caribe con un 12,4% son las que presentan menor tasa de desempleo del país, esto está relacionado a la informalidad en la que muchas personas se desempeñan actualmente.
En las ciudades de Barranquilla, Montería, Cartagena, Valledupar, Riohacha, Santa Marta y Sincelejo el promedio de personas que se encuentran en la informalidad es de un 62%, lo cual contrasta con el resto de urbes a nivel nacional que están en un 55%.
Así mismo, los resultados de la encuesta Mi Voz Mi Ciudad, dejan en manifiesto como los emprendimientos o "rebusques", se convirtieron en la principal medida para atender los problemas económicos que trajo consigo la pandemia.
Esto puede estar demostrando la falta de oportunidades para acceder a un empleo formal y la inestabilidad de ingresos para los hogares en el Caribe colombiano; factor relevante en ciudades como Santa Marta y Montería donde el 55 % y el 50% de los encuestados respectivamente, manifestaron que sus ingresos no alcanzan para cubrir los gastos mínimos.
Otro aspecto importante a destacar, es que dentro del grupo de ciudades de la región Caribe evaluadas, Barranquilla registra el mayor porcentaje de personas que manifiestan que algún miembro de su hogar pasó hambre por falta de recursos con un 33%, seguido de Cartagena con un 31%, Santa Marta con un 30% y Montería con un 28%.
Reactivación económica
Según la encuesta, las ciudades de la región Caribe se muestran como las más satisfechas con las medidas de reactivación económica implementadas. En Cartagena la satisfacción alcanza el 49%, Montería el 46%, Barranquilla el 45% y Santa Marta el 44%.
Sin embargo, factores como el de los ingresos que no alcanzan a suplir necesidades básicas y la proporción de hogares donde algún miembro pasó hambre, ponen en tela de juicio en si realmente los procesos de reactivación están siendo efectivos, ya que la incidencia de pobreza monetaria en hogares de la región demuestran que siguen existiendo brechas sociales que necesitan cambios de fondo de manera urgente.
La situación de pobreza en la región Caribe no es un escenario que haya desencadenado la pandemia de la Covid-19, pero si pone aún más en evidencia la necesidad de intervenciones oportunas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, quienes consideran que las autoridades deben velar por su bienestar como ciudadanos y desarrollar estrategias integrales en el marco del proceso de reactivación económica, para un 2021 con condiciones mucho más favorables.
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