1200 establecimientos piden el apoyo de la administración distrital para sobrellevar la crisis económica, que desde ya sufren.
Fotografía: TripAdvisor
Los restaurantes, bares y discotecas fueron el sector económico que primero cerró sus puertas y los últimos, que, según pronósticos nacionales, podrán abrir y restablecerse en el comercio; lo que ha significado para los propietarios un verdadero problema para el mantenimiento de los establecimientos.
Por lo que presentaron una iniciativa que propone ejecutar un cerco epidemiológico por localidades y que desde cada uno pueda operar el comercio “De esta manera cada uno de los barrios compra y consume lo que se genera dentro del barrio, los domiciliarios serían residentes del mismo barrio, los restaurantes venderían productos ahí mismo, los habitantes consumirían en las tiendas de abarrotes y los supermercados. Eso garantiza una reapertura gradual de los sitios”, expresó María Vergara, presidenta de Asobares Cartagena.
Y añade que, aún no ha tenido el visto bueno de la administración, sin embargo, Asobares al estar agremiado con a una organización internacional que tiene unos estándares que ha tomado de la experiencia de otros países que ya han pasado por la pandemia y han reabierto actividades de bares; su plan tiene un diseño de los protocolos de manera territorial, unos componentes de aforo del establecimiento de comercio, las practicas sanitarias, las fases mediante las cuales debe abrirse y cómo debe darse la apertura”.
Y es que, desde el 15 de mayo no reciben ingreso alguno, por ello, María Teresa Vergara, presidenta de Asobares Cartagena, organización que agremia a 35 bares en el Centro Histórico, Getsemaní y San Diego pero que hoy, es la voz de más de 1200 establecimientos nocturnos que ha falta de apoyo se han visto con la soga al cuello.
“Aquí en Cartagena el arriendo más económico cuesta $5 millones y es un cubículo de 3x4 metros, una cosa muy pequeña. Hay arriendos de 80 millones y cada mes que pasa se incrementa la obligación porque son costos fijos que, o se pagan o se pagan. Por otro lado, las empresas de servicio público siguen facturando demasiado costoso, siguen promediando servicios, en mi caso un recibo del agua me vino por $900 mil y eso es ilógico cuando el negocio está totalmente cerrado”, sostuvo María Vergara para un medio regional.
Las ayudas a los propietarios, según afirma la presidenta de Asobares Cartagena, han sido casi nulas al solo apoyar con el auxilio de salario del Gobierno Nacional a “uno o dos establecimientos” y expresa lo difícil que les ha resultado conseguir un crédito bancario “la banca comercial tiene como política interna no prestar dinero sobre inventarios que tengan licores, entonces es difícil que a este sector le presten dinero."
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